Representantes de la Unión de Criadores de Toros de Lidia en la región han explicado al secretario regional y a la vicepresidenta de Asaja, José María Fresneda y Blanca Corroto, respectivamente, que las pérdidas que está ocasionando la pandemia están poniendo en peligro la viabilidad de las explotaciones, pues llegará un momento en el que los ganaderos no puedan seguir asumiendo los elevados costes de producción para mantenerlas.
Ha sido durante la reunión mantenida entre Asaja Castilla-La Mancha y los ganaderos de bravo para analizar su situación y trabajar en una propuesta que palíe las consecuencias que está generando la crisis sanitaria en este sector, en la que Fresneda ha planteado trasladar al Gobierno regional la situación del sector y la incertidumbre de los ganaderos, con el objetivo de que estudien el impacto socioeconómico que puede causar en las zonas rurales.
El secretario general de la organización ha recordado que la ganadería fija mucha población en los pueblos gracias a los puestos directos e indirectos que genera, pues además de todo lo que supone la cría y el consumo de la carne, beneficia a otros sectores productivos como la alimentación animal, los veterinarios, los seguros, el transporte o la maquinaria agrícola, entre otros, ha informado Asaja en un comunicado.
En este sentido, Fresneda ha explicado que el Gobierno regional trabaja en medidas para paliar el despoblamiento, para el desarrollo rural y para la recuperación económica en Castilla-La Mancha, por lo que la Administración debería estudiar el número real de afectados y analizar las consecuencias sociales y económicas que supondría el cierre de estas explotaciones en el medio rural.
Además, se ha referido al sector primario como un elemento esencial para el mantenimiento y conservación del medio ambiente, así como para el uso racional y sostenible de los recursos naturales.
Por eso, al igual que otros sectores especialmente afectados por la crisis de COVID-19 han contado con el apoyo de la Administración y, tal y como han hecho en otras comunidades autónomas, Asaja de Castilla-La Mancha ha planteado medidas o alternativas para la situación actual que atraviesa la ganadería de bravo, más teniendo en cuenta su contribución al mantenimiento y desarrollo socioeconómico del mundo rural y su aportación a la conservación de los ecosistemas naturales asociados a su cría.