La Agrupación de Ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara ha mostrado su "inquietud y angustia" ante la falta de relevo generacional en un sector en el que la mayor parte de sus asociados tiene una media de edad alta. Asimismo, temen tener que "regalar casi" sus explotaciones ante los precios bajos que se pagan por la carne y problemas por los ataques del lobo o la tuberculosis.
Así lo ha puesto de manifiesto a Europa Press el presidente de la agrupación, Francisco García, tras señalar que él mismo tiene puesta a la venta su explotación porque está a punto de jubilarse y que aunque han venido algunas personas a verla, "se lo piensan" por la situación del sector.
"Los ganaderos somos ahora mileuristas. Te las ves y te las deseas para llegar a fin de mes con tantos pagos de piensos, pastos, medicamentos, gasóleos y veterinarios", ha apuntado, muy preocupado por la situación. "Hay que controlar hasta los céntimos", ha añadido.
Su única esperanza en este momento radica en que de aquí a Navidad los precios suban algo, bajen los cereales y se incrementen las ventas, ha señalado, muy inquieto también por la desidia de los jóvenes a seguir apostando por un sector que, además, "con tanta inspección, no pueden hacer frente tampoco a los créditos que han tenido que pedir", ha lamentado.
García no ha negado que hay jóvenes que se incorporan a la agricultura pero ha subrayado que no pasa lo mismo en la ganadería, un sector que sigue sufriendo los ataques del lobo.
Muchas preocupaciones
Todas estas preocupaciones se han puesto de manifiesto en la asamblea celebrada este mes por la agrupación, en cuya agenda también había otras cuestiones que preocupan a los ganaderos de vacuno como la inexistencia de relevo generacional o la necesidad de acometer cuanto antes la comercialización de la carne de marca Guadanorte.
Algo para lo cual tienen previsto trabajar para conseguir que sus piezas de ganado puedan matarse en el matadero de Jadraque ya que, además de reducir costes, contribuyen a la conseguir una producción más sostenible.
El presidente de la agrupación y ganadero en la zona de Campillo de Ranas, Francisco García, se ha mostrado también "tremendamente indignado" por el régimen de inspecciones de la Administración regional con un sector al que, a su juicio, consideran "los terroristas del cambio climático".
"No se puede vivir con continuas inspecciones y sanciones", ha insistido tras recordar que, pese a que haya quien dice que ahora hay menos ataque del lobo al ganado, hace unas semanas hubo otro ataque a media decena de ovejas y un ternero en El Cardoso de la Sierra, otro en Colmenar de la Sierra y otro en Aldeanueva.