El hasta ahora presidente de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto), Ángel Nicolás, se ha despedido de su cargo tras casi 22 años, remarcando que nada ha sido tan importante para él que ejercer esta presidencia y destacando el consenso en las decisiones tomadas. "En todo este tiempo no recuerdo haber impuesto mi criterio en ninguna ocasión. Todas mis decisiones han sido colegiadas en el seno de nuestros órganos de gobierno".
Así se ha despedido en su último discurso tras cederle el testigo al empresario talaverano Javier de Antonio Arribas, que ha sido elegido por aclamación de la Asamblea General este viernes, y al que ha deseado que asuma esta responsabilidad "libre de ataduras y sin esclavitudes de ningún tipo".
"Cuando me elegisteis presidente en el año 2000, mi intención fue ejercer este cargo, por un solo mandato, pero vuestro apoyo y confianza, me invitaron a presentarme a la reelección cuatro años más tarde. Acontecimientos posteriores me han hecho permanecer en esta responsabilidad mucho más tiempo del que yo hubiera podido prever", ha rememorado Nicolás, admitiendo que no se ha visto "inevitablemente condicionado" a asumir esta responsabilidad ni la ha aceptado "a regañadientes".
Nicolás ha aprendido en esta andadura más de lo que él mismo "haya podido aportar" y ha destacado que "todo lo que haya podido manifestar" con distintas administraciones públicas o gobiernos de todo tipo, defendiendo los derechos e intereses de los empresarios, o ante los medios de comunicación, "ha sido siempre el resultado del análisis previo en los órganos de gobierno" de Fedeto.
"Eso, a veces ha implicado críticas hacia mi persona, en ocasiones, cargadas de especial dureza en el ataque personal. Pero eso jamás me arredró ni cambió la dirección que tenía que seguir Fedeto. Quizás esas críticas y ataques hayan sido lo más doloroso. Lo demás ha sido, y os lo digo con total sinceridad, satisfactorio", ha ensalzado.
Principios irrenunciables
Una satisfacción que nace de luchar "por unos ideales y unos principios" en los que cree desde muy joven, cuando asumió responsabilidades empresariales y la representación institucional de los empresarios, que se los inculcó su padre y que se han afianzado convirtiéndose "en irrenunciables".
"Pero el tiempo pasa inexorablemente y la decisión de no volver a presentarme a la reelección es porque considero que no puedo dedicar todo el tiempo que Fedeto se merece y, porque es sano que las organizaciones empresariales renueven a sus líderes", ha justificado.
Tras prometer que no se desentenderá de Fedeto, ha dicho a su sucesor que estará a su lado siempre que le demande al tiempo que ha agradecido su apoyo al que fuera presidente de Fedeto Francisco García y los vicepresidentes que le han acompañado en sus mandatos. También ha tenido palabras de apoyo para el secretario general de Fedeto, Manuel Madruga, con el que "siempre he tenido la seguridad de que las cosas, hasta las más difíciles, saldrían adelante".
"Pero permitidme decir que mi principal apoyo a lo largo de estos años ha sido mi mujer Lola Beviá. Sin ella nada de lo que yo haya podido hacer en mi vida tendría sentido, ni mi labor como empresario ni mi actividad como representante de los empresarios", ha remarcado.
Finalmente, ha dirigido sus últimas palabras a todos los miembros de Fedeto, empresarios y empresarias que, integrados en las asociaciones sectoriales, "sois el motivo del quehacer diario y mi principal preocupación y ocupación todos estos años".