La tasa de inflación sigue subiendo sin control en España y ya se encuentra rozando los dos dígitos. En el mes de marzo, según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios han subido un 9,8 % respecto al mismo mes de 2021, un incremento récord desde mayo de 1985 que se debe al repunte de los costes de la electricidad, los carburantes y los alimentos y bebidas no alcohólicas. Situación que se está haciendo notar en Castilla-La Mancha.
En una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a 3.813 personas de todo el país para valorar su solvencia financiera, se puede extraer que hasta un 63 % de familias castellano-manchegas tuvo problemas para ahorrar algo de dinero el año pasado y que, actualmente, el 11 % de los hogares de la región sufre graves dificultades económicas. En este sentido, para muchos no es fácil afrontar el pago de los suministros del hogar o adquirir alimentos frescos.
"Muchas familias no tienen para comer"
"Hay familias que no han podido encender la calefacción en todo el invierno por la subida del combustible y muchas nos llaman a diario para decirnos que no tienen para comer", ha contado Eduardo Galicia, presidente de la Asociación Castellano-manchega de Familias Numerosas, a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM. "Esta misma mañana ha contactado con nosotros una familia que no tiene dinero para el alquiler porque se lo ha gastado en comida. La cosa está bastante complicada en la región y no lo estamos viendo".
Según ha explicado Galicia, "más del 20 % de las familias numerosas está notando la diferencia de precios en su día a día" al necesitar el doble de productos, una situación que está volviendo insostenible para muchas de ellas. "Esta crisis se va a comer una parte muy importante del sueldo familiar y va a impedir que muchos hogares accedan a otro tipo de servicios. Algunos tendrán incluso que renunciar a las clases extraescolares de sus hijos", ha señalado resaltando que "ahora mismo es muy difícil que una pareja con tres o cuatro hijos se pueda ir de vacaciones o salir al cine".
Por su parte, el coordinador de Cáritas en Castilla-La Mancha, Amador Casquero, ha indicado a este periódico que "71.000 hogares de la región sufren una inestabilidad laboral grave y más de 41.000 familias no tienen ingresos estables", por lo que "una subida de precios como la que estamos viviendo hace que la situación empeore mucho". Además, "más de 83.000 familias quedan en una situación de pobreza severa una vez que han pagado el alquiler o la hipoteca".
"En estos últimos meses hemos notado un aumento de gente que nos pide ayuda para comer o para hacer frente al pago de la vivienda, sobre todo familias que venían con un arrastre muy fuerte de la crisis de 2008 y con empleos precarios. Aunque trabajes, si tus ingresos son mínimos, llenar la cesta de la compra se vuelve muy complicado", ha explicado.
Según ha contado Casquero, también "hay muchas familias que están llegando por primera vez porque están pasando por un momento complicado al haberse quedado sin empleo o sin recursos económicos".
"Raro es el día que no nos piden ayuda"
Este aumento de hogares con dificultades económicas también se está haciendo notar en el Banco de Alimentos de Toledo. "Raro es el día que no recibimos alguna llamada o algún correo electrónico de gente solicitándonos ayuda porque se encuentra en dificultades casi extremas", ha explicado su presidente, Manuel Lanza.
A pesar de que el Banco de Alimentos trabaja con entidades sociales y no con personas físicas, Lanza ha indicado que disponen de un pequeño fondo de reserva para situaciones excepcionales, al que han tenido que recurrir en dos o tres ocasiones en los últimos meses. Sin embargo, lo habitual es derivar a las familias a las asistencias sociales correspondientes.
Actualmente, esta organización benéfica atiende a unas 14.000 personas en la provincia de Toledo, aunque Lanza prevé que esta cifra aumente porque "las entidades ya están empezando a recibir bastantes solicitudes de ayuda". "Ayer hablamos con una de ellas y nos dijo que en los últimos diez días le habían pedido ayuda cuatro familias más".
Cabe recordar que el pasado mes de septiembre, el Banco de Alimentos de Toledo se vio obligado a desconectar una gran cámara frigorífica en la que conservaba comida congelada por los altos costes de la luz y a día de hoy, según ha informado el presidente, todavía sigue sin funcionar.