Los docentes de Castilla-La Mancha, junto con los de Euskadi y Cantabria, son los mejores remunerados de España, tal y como afirma un estudio del Sector de Enseñanza de UGT divulgado este miércoles. Así, las diferencias salariales de los docentes en las distintas comunidades superan los 526 euros de media, llegando a 690 euros en el caso de los profesores técnicos de Formación Profesional.

Según EFE, el cálculo solo tiene en cuenta las retribuciones iniciales y no las derivadas de la antigüedad o la función desempeñada.

Por tanto, el informa concluye que los docentes mejor remunerados son los de Euskadi, seguidos de los de Castilla-La Mancha y Cantabria. En caso contrario, los salarios más bajos corresponden a los de Aragón, Cataluña, Extremadura y Comunidad Valenciana.

Para 2023, las retribuciones anotan ya la subida del 2,5 % contemplada en los Presupuestos Generales del Estado y las previstas en las leyes de presupuestos de cada una de las comunidades, así como la subida aplicada en 2022 fruto del Acuerdo marco para la Administración del siglo XXI, que prevé una subida mínima del 8 % y una máxima del 9,5 % entre 2022 y 2024. Cabe destacar que algunas comunidades no han aplicado todavía la subida.

Equilibrar las diferencias

Para UGT resulta urgente equilibrar las diferencias salariales entre territorios, ya que un mismo desempeño profesional tiene que ir acompañado de las mismas o similares retribuciones, teniendo en cuenta el carácter estatal de los cuerpos docentes.

Según el sindicato, "la evolución de los salarios se ha caracterizado en los últimos 12 años por la progresiva pérdida de poder adquisitivo de las y los docentes, fruto de los recortes, la congelación salarial y la parálisis presupuestaria".

Esta tendencia se rompió en 2019, con el incremento retributivo derivado de la firma del Acuerdo para la mejora del empleo público que permitió un aumento del 2,25 % fijo, más un 0,25 % adicional, a los que hay que sumar el Acuerdo marco para la Administración del siglo XXI. "Es imprescindible recuperar el poder adquisitivo perdido en la última década, más todavía si se tienen cuenta el aumento y la diversificación en la carga de responsabilidades que ha tenido este colectivo como consecuencia de la pandemia".