La apuesta por las energías renovables en España es más que evidente. De un tiempo a esta parte es complicado ir por la carretera y no encontrarte con aerogeneradores o placas solares. Se han convertido en un elemento más del paisaje del país. La superficie de los parques fotovoltaicos, por ejemplo, se ha dispara en España un 166 % desde 2016 y ya alcanza las 31.000 hectáreas. Ocupa una extensión equivalente al 0,2 % de la superficie agraria útil. Pero, ¿en qué comunidades se concentran más instalaciones fotovoltaicas?
Entre las zonas con mayor desarrollo fotovoltaico, destacan Castilla-La Mancha y Extremadura, con cerca de 11.460 y 11.340 hectáreas respectivamente. Ambas comunidades autónomas consolidan el 48% de la superficie total de parques fotovoltaicos en nuestro país.
Según el documento "Extensión de los parques fotovoltaicos en España" del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, este tipo de instalaciones energéticas ocupan en España una superficie equivalente al 0,2 % de la superficie agraria útil, lo que equivale a unas 50.000 hectáreas. De acuerdo con este informe, Castilla-La Mancha es la CCAA con más desarrollo fotovoltaico con 5.730 MW de potencia instalada (24 % de la potencia instalada nacional) que ocuparía 11.460 hectáreas.
Le sigue "muy de cerca" Extremadura con 5.670 MW y 11.340 hectáreas. Por provincias, Badajoz, Cáceres, Sevilla, Zaragoza, Ciudad Real, Cuenca, Murcia y Albacete recogen entre el 4/13 % de la superficie nacional de parques fotovoltaicos, y en su conjunto, suman casi 30.000 hectáreas, el 63% de la superficie de solar instalada.
Respecto a su evolución, el crecimiento acumulado de la superficie de los parques fotovoltaicos desde 2016 es de 31.000 hectáreas. O lo que es lo mismo, un incremento del 166 %. En los últimos tres años la tendencia se ha acelerado y el crecimiento anual supera el 20 %.
"Los cambios en el uso del suelo entre los años 2012 y 2022", detalla el ministerio de Luis Planas,"muestran que un 82 % de las aproximadamente 23.000 nuevas hectáreas de paneles solares provienen de tierras de secano, un 11% de tierras de regadío y un 7 % de superficies forestales y no agrarias". Por cultivos, el cambio a parques fotovoltaicos se ha realizado principalmente desde cereales, girasol y olivar, así como de tierras en barbecho.
En este contexto, el Gobierno defiende que trabaja para "promover la convivencia entre los sectores energético y el agrario a través de la implantación de tecnologías agrivoltaicas". "En estos sistemas", afirma Agricultura, "la generación eléctrica proveniente de fuente solar es plenamente compatible con la producción agraria y así conviven sobre una misma superficie, de tal forma que la actividad agraria se sitúa como uso principal y la producción de energía como secundario".