La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, a través de la dirección general de Agricultura y Ganadería, ha informado que Castilla-La Mancha ha sido declarada oficialmente como región indemne a la brucelosis ovina y caprina, una enfermedad infecciosa que afecta al ganado. Así lo refleja la Decisión de Ejecución (UE) 2019/1970, del pasado 26 de noviembre de 2019, por la que se reconoce a la provincia de Toledo como oficialmente indemne de brucelosis ovina y caprina. Este reconocimiento, unido al de las provincias de Albacete, Cuenca y Guadalajara en 2017 y Ciudad Real en 2018, supone la confirmación de que esta enfermedad se ha erradicado en Castilla-La Mancha, tanto en ovino y caprino como en ganado bovino.
Esta declaración, según ha informado la Junta en un comunicado, "supone un hito sanitario de primer orden y un paso consolidado en la mejora del estatus sanitario de la ganadería de la región, siendo la culminación del esfuerzo y trabajo conjunto del sector, desde los ganaderos hasta la Administración, laboratorios, veterinarios de explotación, las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera y de la actuación responsable y rigurosa de los servicios veterinarios oficiales que a lo largo de más de 20 años han estado trabajando intensamente para alcanzar este objetivo".
La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural "realiza con su trabajo diario una importante apuesta por apoyar a los ganaderos en la mejora sanitaria de sus explotaciones ya que esto es imprescindible para aumentar la competitividad productiva, facilitar los canales comerciales y lograr la apertura de mercados", añade la Junta.
Esta declaración supondrá que a partir de 2020 no serán necesarias las pruebas para el movimiento pecuario y solo se realizará el saneamiento, a modo de centinela, sobre el 10 % de los animales de la región. De esta forma, se abre una nueva estrategia de vigilancia de la enfermedad, en el que la colaboración entre la Administración regional y el sector será una pieza clave para su mantenimiento.