La sectorial vitivinícola de Asaja Castilla-La Mancha ha solicitado medidas para paliar la situación que atraviesa el sector como consecuencia del COVID-19, afectado no solo por el cierre de fronteras y del canal Horeca, sino también, por prácticas "abusivas" por parte de los compradores de vino.
Por este último motivo, la organización agraria ha trasladado a la directora de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), Gema Hernández, "posibles prácticas irregulares" en el sector vitivinícola que "atentan contra el buen funcionamiento de la cadena alimentaria".
Concretamente, asegura la organización en nota de prensa, varios compradores de vino pretenden renegociar los contratos para bajar los precios fijados hace meses de manera unilateral. "Los compradores, no solo incumplen lo ya pactado, sino que, además, ejercen una presión injustificada para imponer unos precios irrisorios".
En este sentido, la organización agraria ha solicitado a la AICA que investigue los hechos y se realicen inspecciones urgentes en la región. También ha advertido a los compradores que pondrá en conocimiento de la Agencia los posibles contratos a los que se haya impuesto una renegociación unilateral en perjuicio de los viticultores.
Reforzar la posición
Igualmente, ha solicitado al presidente de Asaja nacional, Pedro Barato, que traslade al Ministerio de Agricultura la necesidad de reforzar la posición de los productores en las relaciones comerciales, de manera que se contemple en la nueva modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria en la que se está trabajando. En este sentido, Asaja Castilla-La Mancha pide que la nueva Ley se dote con los mecanismos necesarios para terminar con este tipo de prácticas "desleales" a las que son sometidos los viticultores de la región en las operaciones comerciales.
La organización agraria ha pedido también al consejero de Agricultura que refuerce las medidas para cumplir con la trazabilidad de la uva y el vino en la región. Además, ha exigido que se intensifique urgentemente la vigilancia para luchar contra estas prácticas y aumenten los controles y sanciones para los fraudes que se producen en el sector vitivinícola en la región.
Consecuencias del coronavirus
En cuanto a las consecuencias del COVID-19 en el sector vitivinícola, la sectorial de Asaja ha solicitado medidas que palíen la situación del mercado y de las operaciones comerciales, así como otras de cara a la próxima campaña.
La organización agraria apoya una destilación de vino de alrededor de 4 M Hl para alcohol de uso de boca con unos precios razonables para paliar las consecuencias del cierre de fronteras y del canal Horeca. Igualmente, también considera necesario dirigir una parte de la producción para la elaboración de hidrogeles sanitarios en el contexto de pandemia actual.
En este sentido, ha pedido al Gobierno nacional que dote con un presupuesto adicional las ayudas dirigidas a los viticultores, pues los fondos existentes del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola Español (PASVE) son "muy insuficientes" para paliar la situación del sector.
Y, de cara a la próxima campaña, si no se activa la destilación, Asaja vaticina que las bodegas y cooperativas no tendrán la capacidad suficiente para almacenar la producción.
Por ello, y con vistas al futuro del sector, la organización agraria recomienda a los viticultores basarse en las normativas y adaptar las producciones de uva a la demanda del mercado, pero, sobre todo, piden a las estructuras de comercialización que planifiquen las campañas, así como que se controle el cumplimiento del rendimiento de la extracción en las cooperativas y bodegas con el objetivo de conseguir estabilizar el sector vitivinícola de la región.