CCOO-Industria Castilla-La Mancha ha iniciado el plan de visitas a explotaciones agrarias de la región y atención presencial a temporeros que cada año desarrolla el sindicato durante las campañas agrícolas para contribuir a garantizar el cumplimiento de la legalidad laboral y, en esta ocasión, la adecuada aplicación de las medidas preventivas de la salud de los trabajadores y de la salud pública.
Así, sindicalistas de la federación regional de CCOO-Industria y técnicos de la secretaría de Empleo de CCOO-CLM saldrán todas las semanas a recorrer fincas agrícolas de la región y naves y centros de trabajo donde se recolectan y manipulan los productos agrícolas básicos para el consumo de los hogares y para el abastecimiento de la industria agroalimentaria, según ha informado el sindicato en un comunicado.
"Este año, marcado por la pandemia de la COVID-19, merece especial reconocimiento el trabajo esencial que han seguido realizando miles de agricultores y agricultoras de Castilla-La Mancha; a los que a partir de ahora se añadirán miles de temporeros, imprescindibles para recoger las cosechas", ha explicado el responsable sectorial de CCOO-Industria Ciudad Real, Rafael Gómez-Pimpollo.
A su juicio, "hay que garantizar que las campañas se desarrollen con normalidad, y eso requiere que los empleadores estén a la altura, que cumplan la legalidad laboral en materia de contratación, salarios y cotizaciones a la Seguridad Social; y este año en especial, asegurándose también de disponer de los EPIs necesarios y de cumplir de las medidas establecidas por Sanidad para prevenir contagios por COVID-19. No dudaremos en denunciar cualquier irregularidad ante la autoridad competente, ya sea la laboral o la sanitaria; o ante las o ante las fuerzas y cuerpos de seguridad", ha comentado.
Tras las primeras visitas este jueves a varias fincas ajeras de la provincia de Ciudad Real, donde ya se están recolectando ajetes y donde el inicio de la campaña del ajo es inminente, la primera impresión de CCOO "no ha sido positiva". "Nos hemos topado sobre todo con rumanos, algunos provenientes de Andalucía; pero también dos o tres familias, con una niña pequeña entre ellos, recién llegadas de Rumanía en plena pandemia, no sabemos cómo. Han venido con una oferta de trabajo de un empresario de Córdoba, pero quien los contrata es un agricultor de un pueblo de Cuenca propietario de tierras también en la provincia de Ciudad Real".
"No les facilita alojamiento, y tampoco lo han encontrado en la zona, por lo que se iban a instalar en torno a sus propios vehículos, dos monovolúmenes de siete plazas. Ya hemos visto que la Guardia Civil estaba pendiente". "Contratos sí les ha hecho, pero nos dicen que les pagará 1,50 euros por caja de 20 kilos; muy por debajo de los 2,21 que se pagan en Cuenca o los 2,19 de Albacete", ha explicado el sindicalista.
"Los convenios del campo de estas dos provincias sí establecen el precio de cada caja en la campaña del ajo. El de Ciudad Real no fija el precio de cada caja de ajo; pero sí un salario mínimo de campaña de 59,32 euros por cada jornada diaria de ocho horas".
Sin embargo, cobrando a 1,50 por caja, difícilmente un temporero terminará el día sumando más de 50 euros, "muy por debajo del salario de campaña fijado en el convenio y lejísimos de los 68 euros/día que se cobrarán de medía en la región, según los cálculos avanzados por la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajos".