Asajade Castilla-La Mancha ha alertado de que en el actual sistema de comercialización de la uva y el vino "siempre pierde el viticultor", por lo que ha decidido abrir un debate para cambiar su posición de "indefensión". El objetivo no es otro que intentar cambiar el modelo actual para que el agricultor no siga siendo el eslabón más frágil de la cadena.
Así lo acordaba la sectorial vitivinícola de la organización agraria, que se reunía esta semana para analizar la campaña de vendimia iniciada en estos días en la región. El presidente de la organización, Fernando Villena, ha explicado que "el viticultor conoce los costes de producción, sabe lo que le cuesta la planta, el agua, el abono, la electricidad y, sin embargo, lo único que no sabe es el precio de su uva", ha informado Asaja en nota de prensa.
Por ello, han planteado la necesidad de unos precios mínimos de la uva, acordes a la realidad de los costes del cultivo, independientemente de si el producto entra en bodega o en cooperativa, y que impidan que los productores sean los únicos que pierdan rentabilidad.
Así, además de la obligatoriedad de que los contratos lleven reflejados los precios, tal y como establece la Ley de la Cadena Alimentaria, la organización agraria defiende que se incluyan medidas para evitar la venta a pérdidas, incluyendo en dichos contratos los costes de producción.
La sectorial ha asegurado que, desde la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) ya están trabajando en este asunto y existe un estudio de costes elaborado por varias universidades españolas, sin embargo, los intereses de ciertos grupos que componen la Interprofesional están retrasando los trámites burocráticos para que salga adelante la propuesta.