ASAJA Toledo ha lamentado este viernes que La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) haya "rehusado" reunirse con la organización agraria mayoritaria de la provincia para abordar los problemas de los regantes de la Real Acequia del Jarama, a los que, según han indicado, sigue manteniendo las restricciones del 20 % en el caudal de riego "a pesar de los requerimientos para que se mantuviera un nivel óptimo de agua durante 40 días, tiempo necesario para salvar la campaña de maíz".
Desde ASAJA han señalado que el organismo no ha dado, por tanto, solución al problema actual de los regantes, "ocasionando así importantes perjuicios a los agricultores en plena época de riego del maíz". Esta fue la principal razón por la que ASAJA Toledo, en su nombre y en el de la Comunidad de Regantes, solicitó por escrito, el pasado 7 de abril, una reunión urgente a la Confederación.
Según han informado, al encuentro, celebrado el 22 de julio, no fueron convocados. Además, afirman que "no se ha dado una explicación a esta negativa a que la organización agraria más representativa del campo toledano se siente a una mesa en la que se abordan asuntos que pueden ser vitales para el futuro de la agricultura en los municipios toledanos que forman parte de la Real Acequia del Jarama".
Esta "exclusión" ha llevado a ASAJA Toledo a considerar que "quizás resulte incómoda por su defensa a ultranza de los intereses de los agricultores" y, "ante la opacidad de la Confederación", desde la organización agraria proponen transparencia en las actuaciones que se sigan, "sobre todo cuando conciernan al medio de vida de cientos de familias de la provincia".
Por otro lado, ASAJA ha insistido en demandar a la Confederación Hidrográfica del Tajo que se replantee "su negativa a modificar el período de riego". Según han indicado, los regantes llevan tiempo solicitando su ampliación, sin aumentar las dotaciones de agua, para fomentar la diversificación de cultivos incluyendo producciones que demandan menos agua como las hortícolas, el cereal o, incluso, los leñosos, algo que ahora es inviable por estar constreñida la campaña a los meses de abril a octubre, lo que provoca que la siembra se centre en el maíz, alfalfa y forrajeros, productos que requieren mayor cantidad de agua para ser rentables.
Esta petición entronca con la filosofía del Ministerio de Transición Ecológica, del que depende el organismo de la cuenca del Tajo, que apuesta por una agricultura más sostenible que optimice los recursos, como sucedería con producciones que requieren menos agua, pero que seguirían generando riqueza en la zona y que, además, contribuirían a cumplir otro de los objetivos de la Agenda 2030, el de fomentar un consumo de proximidad, para el que es preciso que se mantenga la producción agrícola en la zona.