El consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha considerado que aún es pronto para que salten las alarmas en el campo ante la escasez de lluvias, si bien ha advertido de que "la sequía ya no es un fenómeno meteorológico, sino una cuestión climática permanente" a la que hay que acostumbrarse.
En una rueda de prensa en Toledo, donde ha abordado la situación del cultivo de plantas aromáticas en la región, el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha ha sido preguntado por la falta de agua en el campo, dadas la escasas precipitaciones en los últimos meses.
A juicio de Martínez Arroyo, "es pronto" para que salten las alamas en la agricultura y ha señalado que está previsto que en las próximas semanas se produzcan "pequeñas lluvias" que beneficiarán a los cultivos de secano, pero ha admitido que se si no se producen estas precipitaciones "habrá problemas" para este tipo de cultivo.
Con todo, el consejero de Agricultura también ha añadido que, desde 2014, "no se ha salido de un periodo de sequía" y ha pedido al sector que "se acostumbre a la realidad" de la escasez de agua y se utilice "muy bien cada gota de agua", por lo que ha abogado por mejorar los sistemas de riego, ante lo cual ha defendido que en Castilla-La Mancha, el 63 por ciento del regadío es por goteo.
Martínez Arroyo ha valorado que Castilla-La Mancha logra "producciones impresionantes" en sectores como el vino o el aceite con el agua de la que dispone, que según ha apuntado suele ser poca de forma tradicional, y ha subrayado que el sector primario, que representa el 17 por ciento del Producto Interior Bruto de Castilla-La Mancha, hace posible "que haya empleo y se genere actividad económica en el medio rural".
"Estamos acostumbrados a la escasez", ha reflexionado Martínez Arroyo que, por ello, ha incidido en la importancia de que los agricultores contraten los seguros agrarios, que permiten hacer frente a las inclemencias del tiempo.
Asimismo, ha apuntado al papel de la confederaciones hidrográficas y ha explicado que Castilla-La Mancha ha mandado sus planteamientos en el tema del agua, para que sean tenidas en cuenta en los planes de cuenca que se están ultimando.