Alrededor de 20.000 castellano-manchegos vinculados al mundo del campo acudirán a la que se prevé que sea su mayor manifestación tras la pandemia, con una marcha en el centro de Madrid para reclamar "un plan de choque" que haga frente a los altos costes y la baja rentabilidad del sector, problemas que se han agravado por la guerra en Ucrania.
Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, la Federación Española de Caza, los criadores de toros de lidia, las cooperativas agroalimentarias y los regantes, además de la coalición que varias de ellas forman en la Alianza Rural, se han unido para reivindicar la importancia del sector en el panorama económico y social de España y reivindicar "un futuro para el campo".
Los organizadores consideran que se trata de una cita histórica y esperan que acudan alrededor de 200.000 personas para reclamar una agricultura y ganadería viables como motor económico del medio rural y para expresar sus quejas por el alto coste de las producciones, la elevada factura energética que soportan, la falta de rentabilidad y la escasez de servicios en el campo.
La manifestación dará continuidad a las movilizaciones que agricultores y ganaderos de comienzos de 2020 para pedir precios justos en el campo y que quedaron paralizadas con la llegada de la pandemia hasta que a finales del pasado año volvieron a retomarse.
Contexto en el que llega la marcha
Desde que la marcha fue convocada el pasado enero, el sector ha visto cómo los problemas por los que clama una solución han empeorado a raíz de la guerra en Ucrania, que ha encarecido aún más la factura energética y ha dejado a una parte del sector sin algunas materias básicas esenciales, como los cereales para los piensos.
La manifestación llega también después de una semana de huelga en el transporte de mercancías por el alza en el precio de los combustibles, algo que está cortando la cadena de suministro alimentaria incluso desde el primer eslabón, impidiendo que algunos productores de leche puedan hacer circular sus productos.
El sector ha sufrido también estos meses una prolongada sequía que ha puesto en riesgo la campaña de algunos cultivos y ante la que el Gobierno esta semana ha anunciado un paquete de ayudas fiscales, laborales, financieras e hidrológicas.
Postura de las instituciones
Ante la crisis del campo y sus reclamos, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) defiende que trabaja para resolverlos y que, al igual que ha lanzado ese paquete de ayudas por la sequía, ha puesto en marcha otra serie de iniciativas para apoyar al sector.
Así, el titular del MAPA, Luis Planas, ha mencionado esta semana como ejemplos el proyecto para la recuperación y transformación económica, conocido como Perte, que dio luz verde así a una inversión pública de 1.000 millones hasta 2023; o la ley de la cadena, que impide que ningún eslabón venda por debajo de lo que ha pagado al eslabón anterior.
Este último punto, no obstante, sigue siendo objeto de reclamo por parte del sector, que denuncia que muchos productores aún siguen vendiendo a pérdidas y pide la aplicación efectiva de la normativa.
Solicitan, además, repensar la Política Agraria Común (PAC) para proteger a los pequeños y medianos agricultores, algo en lo que se ha hecho aún más hincapié a raíz de la guerra de Ucrania, solicitando poder plantar en barbechos y en terrenos ecológicos los cultivos que provenían mayoritariamente de este país.
Además, se pide una intervención en los mercados para acabar con la especulación en las materias primas y la energía y, en general, se quiere sensibilizar al conjunto de la sociedad con el campo y con los problemas que enfrentan sus profesionales.
La marcha de este domingo comenzará a las 11.00 horas en la plaza Emperador Carlos V, frente al MAPA, y recorrerá el paseo de la Castellana para llegar a la plaza de San Juan de la Cruz, sede del Ministerio de Transición Ecológica.