Los agricultores de viñedo de secano en vaso con más de 50 años de antigüedad podrán solicitar ya, en la próxima campaña de la PAC, la nueva ayuda agroambiental dotada con 26 millones de euros por el Gobierno de Castilla-La Mancha e incluida en el Programa de Desarrollo Rural 2023-2027, para "hacer rentable" esta modalidad de cultivo que ocupa 50.000 hectáreas en la región.
Así lo ha anunciado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, tras la reunión que ha mantenido este miércoles en Toledo con el presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, Ángel Villafranca, para hacer un repaso de la situación del sector agrario, de las campañas de recolección ya finalizadas y de las que están a punto de comenzar, como la vendimia, y del agua.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha explicado que esta ayuda, a la que se ha referido como "única en España", pretende mantener las cepas antiguas que dan vinos de gran calidad, como el airén, cencibel y tempranillo, y seguir apoyando a un sector como el vitícola, que se adapta muy bien a la climatología y que, con esta subvención, de 100 euros por hectárea al año, va a facilitar que el viñedo sea aún "más resiliente" al cambio climático.
En este sentido, ha indicado que, para anticiparse a los problemas de sequía, que no solo afecta a España, sino a toda Europa, “estamos intentando ir por delante invirtiendo en infraestructuras como pozos, canalizaciones y tuberías, que estén hechas antes de que llegue el problema de la falta de agua".
Así, ha recordado que la Junta ha hecho "un esfuerzo inversor muy importante" en colaboración con el Gobierno de España, con la puesta en marcha de la Tubería a la Llanura Manchega "dentro de muy poquito", que beneficiará a 80.000 castellano-manchegos en el Alto Guadiana de quince municipios, para que la región pueda seguir prosperando”.
Campañas agrícolas
Sobre las campañas agrícolas, se ha referido en primer lugar a la del cereal, ya finalizada, y en la que "vamos a estar en una situación muchísimo mejor que a nivel nacional, donde se ha producido un 25 por ciento menos, con una reducción mucho más pequeña respecto a la campaña pasada que fue extraordinariamente positiva, y que nos va a permitir aproximarnos mucho a la producción media de los últimos años, de en torno a los 4 millones de toneladas”.
También ha valorado de "extraordinariamente positivas" las campañas del melón y la sandía, con unos precios de cotización de 65 céntimos y 80 céntimos el kilo, respectivamente, "unos precios muy rentables y que han permitido competir en los principales mercados europeos", ha indicado Martínez Arroyo, quien ha puesto en valor que en dichos mercados "no hay ni un solo melón y sandía que no se haya producido en Castilla-La Mancha".
En cuanto a la campaña de la vendimia, el consejero ha confirmado que hay menos excedentes de vino en los almacenes de las bodegas, debido al buen ritmo de ventas en la región y ha avanzado que las existencias en bodega, en este final de campaña, “están en torno a los once millones de hectolitros de vino y mosto, dos millones menos que el año pasado".
A juicio de Martínez Arroyo, estos datos son "muy positivos para el mercado, sumados a la vendimia corta y de gran calidad que se espera en Castilla-La Mancha", ha explicado el consejero, que ha resaltado también la importancia de que la región cuente ya con una Ley de la Viña y el Vino.
Esta nueva norma ha sido valorada también por el responsable de Cooperativas Agroalimentarias, quien, preguntado por las negativas previsiones realizadas este miércoles por Asaja, ha reconocido que la previsión de la campaña de la aceituna "es corta, debido a las elevadas temperaturas registradas durante la floración, que hizo que mucha aceituna se cayera", tal y como ayer expuso la vicepresidenta regional de Asaja, Blanca Corroto.
No obstante, ha confiado en que "si se suavizan las temperaturas en estas próximas cuatro semanas, la cosecha podría ser mejor de lo esperado".
Y al igual que el consejero, Villafranca ha destacado que los mercados han funcionado "bastante bien" para el cereal, "tanto en la salida de producto como en los precios, que han sido históricos", así como para el melón y la sandía.