Asaja Castilla-La Mancha, que ha denunciado la situación que atraviesa el sector del ovino de la región como consecuencia de las prácticas "abusivas" por parte de la cadena de comercialización, ha pedido a la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural que "cambie las normas que están obligando a los ganaderos a un sobrecoste por alimentación debido a las limitaciones y restricciones, flexibilizando los movimientos, sobre todo, en las zonas más alejadas de los focos, y evitar así también las anomalías que se están produciendo en la recogida de animales".
"Los ganaderos, que ya estaban en situación crítica por el incremento de los costes de producción y por los efectos de la viruela, se sienten ahora ultrajados ante el abuso del resto de agentes de la cadena que sólo persiguen obtener grandes márgenes comerciales a su costa", ha denunciado la organización que, en nota de prensa, ha informado que lo pondrán en conocimiento a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA).
Tras lamentar que la Administración "no haga más por un sector tan importante como este para la región, limitándose a aplicar las normativas de sanidad animal pertinentes y a poner sobre la mesa unas ayudas que van a ser totalmente insuficientes", Asaja estima que el sobrecoste de la alimentación por los efectos de las restricciones e inmovilizaciones del ganado solo en Cuenca y Ciudad Real, provincias donde se ubicaron los focos, supondrá 9 millones de euros para los ganaderos.
"A ello, habría que añadir las pérdidas que está ocasionando la especulación y las prácticas irregulares por parte de algunos compradores y cebaderos de corderos, así como las de algunas grandes superficies que pretenden hacer el agosto a cuenta de la crisis de la viruela", han lamentado desde la organización.
En esta línea ha reprochado que el "silencio también es cómplice y es lamentable que el resto de la cadena alimentaria no haya tenido ni un gesto de generosidad".
Denuncia ante la AICA
Por eso, desde Asaja Castilla-La Mancha denunciarán los hechos ante la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), tanto las actuaciones de los compradores y cebaderos que intenta bajar el precio de los corderos por debajo de sus costes de producción, como las de las grandes superficies que están inflando los precios al consumidor y que persiguen la obtención de márgenes comerciales excesivos y anormales.
A modo de ejemplo, ha explicado que el precio en lonja de un cordero de entre 10,5 y 15 kilos se sitúa en torno a los 4,22 euros el kilo, mientras que en algunos supermercados encuentras una bandeja de lechal por 21,90 euros el kilo, o lo que es lo mismo, un 419% más caro.
"Es un abuso escandaloso. Muchas grandes superficies prefieran importar carne a contribuir con el buen funcionamiento de la cadena alimentaria y a aplicar buenas prácticas comerciales con el producto nacional. No es ni moral ni ético que se produzcan estos intentos de aprovechamiento indebido hacia un sector que no puede más y que, al final, están consiguiendo distorsionar el mercado, perjudicando sólo al ganadero y al consumidor y todo ello bajo la mirada pasiva de la Administración".
En este sentido, la organización agraria ha recordado que la consejería de Agricultura creó el Observatorio de Precios de la Cadena Alimentaria que, entre sus funciones, se encuentra la de fomentar y promover la mayor racionalidad y transparencia posibles en el proceso de formación de precios de los productos agroalimentarios, algo que, según la organización está claramente fallando en este sector.
Asaja Castilla-La Mancha está realizando gestiones directas con los grupos políticos del Parlamento Europeo, con los que tiene previsto entrevistarse en los próximos días, a fin de que Bruselas incorpore en su agenda la situación de la viruela en la región y conseguir así ayudas de indemnización a los ganaderos afectados.