El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Agricultura, está estudiando declarar al gusano cabezudo como plaga y terminar así con su proliferación en almendros y frutales, principalmente.

Así lo ha confirmado la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Castilla-La Mancha en una nota de prensa en la que han informado que las zonas más castigadas por este coleóptero son las comarcas de La Mancha, La Manchuela y Hellín.

Para dar cuenta de esta situación, el secretario general UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, ha mantenido una reunión en Albacete con el director general de Ordenación Agropecuaria, Joaquín Cuadrado, y con el delegado provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Ramón Sáez.

En el encuentro, el sindicato agrario ha solicitado una reunión que posiblemente se celebre en el mes de octubre entre la Consejería y los afectados con el fin de tomar medidas para proteger a los cultivos leñosos afectados.

El gusano cabezudo, un coleóptero denominado capnodis tenebrionis, es una plaga que afecta principalmente a frutales de hueso como el melocotonero y el ciruelo, sobre todo en parcelas de secano.

Desde el sindicato apuntan que la Consejería de Agricultura sopesa declarar al gusano cabezudo como plaga para recurrir a tratamientos masivos, como ha ocurrido con la avispilla, cuya declaración estará vigente hasta 2026.