Castilla-La Mancha registró durante 2023 un total de 27.718 accidentes de trabajo con baja, un dato que supone una bajada del 12,3 % con respecto al ejercicio anterior (31.613). Según el Informe de Siniestralidad Laboral de la Viceconsejería de Empleo, Diálogo Social y Seguridad y Salud Laboral, del total, 236 fueron graves y 33 mortales.
Por provincias, la siniestralidad disminuyó en cuatro de las cinco castellano-manchegas. De este modo, donde más bajó fue en Toledo con un 18 %, seguida de Albacete con un 15,5 %, Ciudad Real con un 11,6 %, y Guadalajara con un 6 %. Por su parte, en Cuenca subieron los siniestros laborales un 2,4 %.
Unas cifras de las que han alertado los sindicatos de UGT y CCOO, mostrando su preocupación ante los elevados datos. Por su parte, el secretario de Organización y Salud Laboral de UGT de Castilla-La Mancha, Javier Flores, ha valorado el descenso, aunque ha advertido de la "gravedad" que suponen.
"Aunque es cierto que los datos mejoran en la región, lo hacen a un ritmo muy lento", ha afirmado, a la vez que ha valorado el esfuerzo para atajar el problema con herramientas como el Acuerdo Estratégico de Prevención de Riesgos Laborales 2022-2026 o la creación del Instituto de Seguridad Laboral.
Entre los aspectos positivos, Flores ha puesto en valor la bajada de la siniestralidad entre las mujeres, que descendió un 24,8 %. En el lado opuesto, como dato preocupante, ha señalado el incremento de accidentes por infartos, derrames cerebrales y otras patologías no traumáticas. Asimismo, ha puesto el foco en otra "subida muy llamativa", la siniestralidad por accidentes de tráfico en jornada, con un total de nueve muertos, ocho más que el año anterior.
Ante esta situación, Flores ha expresado que urge prestar atención a los problemas de salud mental de los trabajadores. Asimismo, ha incidido en la necesidad de crear la figura del delegado territorial de prevención, además de impulsar la formación y concienciación de los trabajadores para crear una verdadera cultura preventiva.
"La cuarta con la tasa más alta"
Por su parte, CCOO ha denunciado que "Castilla-La Mancha es la cuarta comunidad autónoma con mayor tasa de accidentes laborales", por detrás de Navarra, La Rioja y Baleares.
Según la secretaria de Diálogo Social, Institucional y Salud de CCOO Castilla-La Mancha, Raquel Payo, abordar la siniestralidad laboral en la agenda política y sindical es "una prioridad", por lo que se ha mostrado convencida de que la mayor parte de los accidentes que se produjeron el año pasado se podrían haber evitado "con adecuadas condiciones de salud y seguridad".
Asimismo, ha lamentado "la cara más dramática", que fueron los 33 accidentes mortales, de los que 11 fueron por "causas evitables como choques o contactos eléctricos".
"El Acuerdo Estratégico de Prevención de Riesgos Laborales 2022-2026, suscrito entre los agentes sociales y el Gobierno regional es una herramienta fundamental para mejorar la conducta preventiva y fomentar la formación, incluyendo medidas que van viendo la luz y que pueden estar detrás de esa minoración del número de accidentes", ha afirmado.
Por último, ha analizado el informe 'Cáncer laboral, una epidemia silenciada', presentado recientemente con motivo del Día Mundial contra el Cáncer. Se trata de un estudio que recoge las estimaciones de la carga de enfermedades y de fallecimientos por cáncer atribuibles al trabajo.
"En 2023, en Castilla-La Mancha se contabilizaron 12.500 casos, de los que 660 podrían ser cáncer laboral. Se camufla como enfermedad común, que el pasado año solo se declararon como tal 94 casos en todo el país, de los cuales 2 corresponden a la región", ha lamentado.