El diario El País publica este sábado un amplio e interesante reportaje sobre cómo los grandes futbolistas de nuestro país invierten la ingente cantidad de dinero que les proporciona una carrera tan corta como prolifica. Hay algunos muy conocidos los negocios del Gerard Piqué que van desde el tenis al fútbol -acaba de comprar el Andorra- y otros no tanto como el del madrileño Morata, el 'rey de los Manolitos', cruasanes con mantequilla.
Otra de las figuras que analiza el reportaje es la del albaceteño Andrés Iniesta. En la recta final de su carrera deportiva en el Vissel Kobe japonés, el de Fuentealbilla además de poseer una bodega en su localidad natal también ha invertido en una idea con la que pretende trasladar lo que ven los jugadores a la televisión. Y lo está consiguiendo a través de First Vision, empresa que desarrolla la implantación de cámaras en camisetas deportivas para retransmitir en tiempo real la perspectiva de los jugadores.
Según explica el diario, la compañía nació en 2014, creada por José Ildefonso y Roger Antunes, y la entrada de Iniesta se dio un año después. “Las reuniones para explicarle a él y a su padre el producto fueron muy bien. Tenían ganas de invertir en cosas diferentes [posee otros negocios, como las bodegas Iniesta] y hubo mucha química”, recuerda Ildefonso, consejero delegado de First Vision. Ese mismo año, también invirtió el jugador de la NBA Serge Ibaka, que al conocer el proyecto se puso en contacto con ellos. La empresa no detalla el porcentaje que tienen ambos jugadores.
Un lustro después, First Vision quiere dar el salto para empezar a ganar dinero. “Estamos intentando salir de la travesía del desierto y firmar contratos con federaciones y las empresas encargadas de las retransmisiones”, sostiene Ildefonso.
Hasta ahora se han dedicado al desarrollo y a las pruebas en competiciones oficiales para promover el producto. “Todavía hay que mejorar para que la cámara sea casi invisible, aunque lo que tenemos no interfiere en el rendimiento deportivo”, explica el consejero delegado de la firma. Entre las pruebas realizadas, destacan partidos de competiciones de primer nivel como la Euroliga de baloncesto.
El modelo de negocio se basa en el alquiler del material (el pack de retransmisión cuesta unos 500 euros por unidad y partido), aunque la facturación todavía no es significativa: “Solo nos sirve para cubrir costes estructurales sin tener en cuenta la parte de innovación”, añade. Para esa otra partida tiene abierta una ronda de financiación de 350.000 euros y prevé lanzar otra mayor este mismo año.
Entre los mercados por los que apuesta la compañía destacan grandes Ligas de EE UU, un mercado enorme. “Están muy interesados. El problema es que los estadios son muy grandes y siempre están llenos, lo que complica la transmisión por radiofrecuencia. Es en eso donde estamos probando las mejoras”, asegura el granadino Ildefonso.