La empresa Industrias Metálicas Anro, de Tomelloso (Ciudad Real), acaba de terminar en Bélgica el montaje e izado de un puente en arco, de ciento veinticuatro metros de longitud y veinticuatro de anchura, que cruza un gran canal navegable en la zona del Canal de Alberto.  Esta nueva infraestructura forma parte de un gran proyecto estatal para construir siete nuevos puentes cerca de la pequeña población de Eindhout, en la provincia de Amberes, al norte del país. Anro tiene, además, un preacuerdo con el consorcio belga que la contrató para optar a construir alguno o algunos futuros puentes en este país.

El puente construido por Anro, de mil toneladas de peso, fue izado el pasado día 3 a su emplazamiento final, tras una compleja operación de transporte en barcaza desde la orilla del canal, en donde fue montado por operarios de Anro desplazados al lugar, tras fabricarse sus grandes partes en las instalaciones de la empresa en Tomelloso y transportarlas después en camión hasta el puerto de Santander, para ser embarcadas con destino a Amberes (Bélgica) y luego llevadas a su lugar de montaje, próximo a su emplazamiento final.

El tablero de este puente ha sido especialmente tratado para preservarlo de las humedades y el clima de la zona. Además, y dado el intenso tráfico de este canal navegable que cruza el nuevo puente, las autoridades belgas son muy estrictas en los plazos de los permisos para interrumpir la navegación y, por ello, el izado de este puente se ha tenido que llevar a cabo en una milimétrica operación de no más de un día de trabajo, coordinado y preciso, que ha supuesto un gran reto y un éxito para los responsables y operarios de Anro desplazados al lugar de la obra.

Este nuevo contrato de Anro, con un presupuesto de 3,2 millones de euros, contempla la opción de construir para el consorcio belga contratante algunos puentes más.  

Otros puentes de Anro

Anro tiene una dilata experiencia en la construcción de puentes, tanto en España como en varios países, y acaba de construir la estructura de un puente en la ciudad noruega de Bodo, ubicada dentro del círculo polar ártico, de setenta metros de luz, y ha realizado recientemente estructuras para otros importantes puentes en Irlanda y en Argelia.