Castilla-La Mancha registró un total 4.093 accidentes laborales por cada 100.000 trabajadores en 2018, lo que la convierte en la segunda comunidad autónoma con mayor tasa de siniestralidad laboral el año pasado por detrás de Baleares, según un estudio de la empresa de recursos humanos Randsatd.
De acuerdo con dicho estudio, Castilla-La Mancha fue la segunda comunidad con mayor tasa de incidencia, solo superada por Baleares, que registró 4.993 accidentes por cada 100.000 trabajadores, mientras que en tercer lugar figura Extremadura, con 3.776 accidentes, ha informado Randstad en una nota de prensa.
Sin embargo, la tasa de incidencia en Castilla-La Mancha se redujo en 2018 un 1,5 por ciento con respecto al año anterior, ya que en 2017 se registraron en la región 4.039 accidentes por cada 100.000 trabajadores.
Este cambio de tendencia se constata si se compara con la tasa de incidencia de 2007, que en Castilla-La Mancha se situó en 7.575 accidentes por cada 100.000 trabajadores.
En el conjunto de España, durante el año pasado se produjeron 503.749 accidentes laborales, lo que supone el quinto año consecutivo de aumento de siniestros, con un 3,2 por ciento más que el año anterior, pero un 43,8 por ciento menos que la cifra registrada en 2007 cuando se alcanzó el pico más elevado de la serie histórica.
Ese año la tasa de incidencia en construcción se situaba en 12.393, duplicando prácticamente el índice de 2018 y también fue alrededor del doble la tasa de incidencia en industria en 2007 (9.427) con respecto a 2018 (5.429).
También en el sector servicios la tasa era superior en un 52,1 por ciento a la actual, mientras que el agrario ha el único sector que ha crecido con respecto a 2007, en un 19,5 por ciento.
En términos absolutos, durante 2018, en el sector servicios se registraron 307.042 accidentes en jornada laboral y después se situaron industria (110.971), construcción (67.297) y agricultura (34.727), ha indicado Ranstad.