El director de la Feria Nacional del Vino (Fenavin), Manuel Juliá, ha asegurado este miércoles que el futuro de esta exposición está garantizado, pero ha puntualizado que, en contra de lo que se pueda pensar, "no debe crecer, porque si lo hace le irá mal".



En una entrevista concedida a Efe, Juliá ha puesto de manifiesto la importancia que, para garantizar el éxito de la feria, tiene mantener la ratio entre compradores y bodegueros, de modo que se favorezca al máximo el número de encuentros entre oferta y demanda, que "es una de las cuestiones que más valoran los bodegueros y cooperativas presentes en la feria", ha aseverado.



En este sentido, ha apuntado que el objetivo de Fenavin será mantener la ratio oferta-demanda, que le permite a la feria tener unos índices espectaculares de satisfacción entre los que participan en ella, por encima de los que se dan en cualquier otra feria.



"Cuando hacemos encuestas a quienes han venido a la feria, más del 60 por ciento nos dicen que el negocio le ha ido bien, lo que es un buen dato motivado por esta ratio oferta-demanda, que sería muy inferior, si contáramos con un mayor número de bodegas y los mismos compradores".



Juliá ha reconocido que Fenavin ha cambiado el mundo del vino, después de nacer en un momento en el que el sector del vino tenía que cambiar, debido a que España había entrado en la UE y "nos habíamos visto invadidos de productos agroalimentarios de otros países europeos", ha enfatizado.



Y ha agregado que "el mundo del vino estaba utilizando unas técnicas antiguas y era poco conocido en el exterior y Fenavin vino a ofrecer a los bodegueros la posibilidad de, sin tener que ir a Burdeos, Düsseldorf o Londres, poder negociar con compradores internacionales y poder, de alguna manera, hacer una labor de internacionalización en sus empresas, que hasta ahora no habían realizado".



Además, ha remarcado que Fenavin les ayudó a darse cuenta de que tenían que mejorar el diseño, porque, aunque tenían la relación calidad-precio, "comprendieron que tenían que adaptar los vinos al consumidor y no al consumidor a los vinos".



Aquella idea que surgió hace 20 años se ha convertido en "toda una historia de éxito", ha indicado el director de Fenavin, que ha reconocido que, desde sus inicios, la feria nació desechando el concepto de ser un "escaparate", para adentrarse de lleno en el concepto de feria de trabajo y negocio.



"Cuando descubrimos que no existía en España o no había consolidada ninguna feria sobre vino, decidimos apostar por una feria seria entorno a este producto, rehusando siempre a que se pudiera convertir en un festival vino", ha reiterado.



Y ha advertido que, si alguien hace un análisis evolucionista de Fenavin en estos años, podrá comprobar que Fenavin 2019 ya estaba en Fenavin 2001, aún cuando en estos años se han desarrollado algunos elementos nuevos como es el caso del programa 'Contacte con...'.



Esto demuestra, a juicio de Juliá, que fue una feria "bien planteada", en la que "no ha habido que quitar una cosa para poner otra, sino que las que ya teníamos han ido evolucionando y lo que se ha añadido ha estado siempre pensado en la misma línea de trabajo".



El presidente de Fenavin ha destacado la solidez con la que camina la feria en estos momentos y ha apuntado, sin dudarlo, que una parte importante de su éxito ha estado en poder contar con un gran equipo técnico.



"Somos una familia, pensamos todos y todo lo que pensamos es válido", ha sentenciado Juliá, quien ha concluido que: "hay un respeto al profesional y hemos puesto en marcha un método de trabajo en el que prima la verdad y la profesionalidad".