El secretario general de Fedeto, Manuel Madruga, ha criticado este martes que el registro de la jornada laboral es una norma que está creando "muchos problemas de adaptación, dudas y burocratización", además de que conlleva una "tremenda inseguridad jurídica" y "una marcha atrás, hasta el siglo XIX" en las relaciones laborales.



Madruga ha hecho estas consideraciones en declaraciones a los periodistas, momentos antes de comenzar la jornada 'Cómo aplicar correctamente el registro de la jornada laboral', que se desarrolla esta mañana en la sede de Fedeto, impulsada por esta organización empresarial y la Inspección de Trabajo de Toledo, y a la que asisten unos 200 empresarios de esta provincia.



El representante de la patronal toledana ha hecho un análisis negativo de la medida por cuanto, ha dicho, "nos encontramos con una norma que es arcaica y fiscalizadora, que nos lleva a pensar que el empresario es ese sujeto al que hay que perseguir, controlar y, de alguna manera, sancionar".



Además, "conlleva un entorpecimiento de las relaciones laborales", según Madruga, para quien, con esta norma, "se va marcha atrás y hasta el siglo XIX", de modo que "cuando tenemos encima la revolución digital encima, volvemos a la revolución industrial", ha ironizado.



Dicho esto, el secretario general de Fedeto ha reflexionado que "no es lo mismo ser empresario en España que en Europa, porque allí hay menos impuestos, la legislación laboral es flexible, es una herramienta de competitividad y no operan solamente a base de derechos adquiridos, sino que también hay obligaciones".



Además, en opinión de Madruga, "Europa es especialista en regular para un determinado modelo de Estado y de empresas", que poco tiene que ver con el español, donde el empleo lo están creando las pequeñas y medianas empresas.



En este contexto ha remarcado que "el empresario necesita flexibilidad" porque actúa, "no en función de sus propios deseos, sino en función de lo que sus clientes le demandan y si la legislación laboral no nos deja adaptarnos a lo que el cliente nos pide, estamos abocados a fracasar", ha sentenciado. 



Por su parte, el jefe provincial de la Inspección de Trabajo de Toledo, Gonzalo Martín, ha resaltado que uno de los aspectos principales de esta medida que deben interiorizar los empresarios toledanos es que "es una norma jurídica de obligado cumplimiento desde el pasado 12 de mayo".



Y ha expresado la voluntad de la Inspección de Trabajo a ponerse a disposición de los agentes sociales para llevar a buen fin esta norma, que, en su opinión se crea "como un mecanismo destinado a aportar seguridad jurídica".



Preguntado por las principales dudas que plantea el registro obligatorio de la jornada laboral, ha señalado que están relacionadas con el modelo de registro y, en este punto, ha recalcado que "no existe un modelo oficial" y que este aspecto puede dirimirse en el ámbito de la negociación colectiva, en el acuerdo entre la empresa y los trabajadores y, si no hay acuerdo, de forma unilateral por la empresa.



En el mismo contexto, el jefe de la Inspección de Trabajo de Toledo ha señalado que, en una reciente sentencia, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea recoge que los estados de la UE, no sólo España, deben regularlo para evitar los abusos laborales.



Y sobre el método de registro, el tribunal europeo señala que los Estados deben imponer a los empresarios "un sistema objetivo y fiable" que permita acreditar la jornada del trabajador y "medir el trabajo efectivo realizado por el trabajador por cuenta ajena", ha concluido Martín