La Viceconsejería de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha ha dado el visto bueno, desde el punto de vista medioambiental, a la instalación de una explotación avícola en San Clemente (Cuenca) cuya promotora es "Granja Avícola Rujamar", que tendrá capacidad para albergar un millón de gallinas de puesta.
Según la resolución que ha publicado este jueves el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), recogida por Efe, la Administración regional considera viable el proyecto siempre que se realice conforme al estudio de impacto ambiental presentado y a las prescripciones establecidas.
La explotación, que se localizará en el paraje "Hoya Cabrera", se construirá como granja avícola de gallinas de puesta, con la construcción de seis naves de puesta y dos naves de recría, para una capacidad de 1.020.000 gallinas de puesta y 360.000 pollitas de recría.
Según recoge la resolución, el estudio de impacto ambiental determina que la alternativa escogida por el promotor, la de explotación de gallinas en aviarios (gallinas en suelo) en la ubicación elegida frente a la alternativa de explotación con gallinas en jaula, es mejor desde un punto de vista de bienestar animal, obtención de alimentos más naturales, saludables, de más calidad.
Menor impacto ambiental
Respecto a la ubicación, señala que las parcelas para su construcción suponen un impacto ambiental menor que otras ubicaciones, y que se han tenido en cuenta factores como gases, olores o impacto visual, además de que los terrenos cumplen la normativa respecto a distancias a cursos de agua y distancias sanitarias, fuera del ámbito de ningún espacio natural protegido y sin afectar a ningún acuífero en situación de riesgo.
Por lo tanto, según especifica la resolución, se ha comprobado que los efectos positivos del proyecto superan a los negativos, y que no se producen efectos irreversibles, irrecuperables, severos o críticos. Asimismo, el estudio ha concluido que la ubicación planteada está suficientemente alejada de núcleos urbanos, bien comunicada y no afecta a áreas protegidas ni a recursos naturales protegidos.
Con respecto a las condiciones y medidas que debe cumplir la promotora para prevenir, corregir y compensar los efectos adversos sobre el medio ambiente de cara a la construcción de la explotación avícola, la resolución establece que se deben cumplir los requerimientos y demás preceptos sobre normas mínimas de protección de gallinas ponedoras y de sanidad animal.
Asimismo, deberá cumplir las prescripciones en relación a la conexión a las líneas eléctricas para el suministro de la explotación, así como el vallado se ha de limitar a las naves e instalaciones complementarias necesarias.
Todos los residuos generados durante las fases de construcción y funcionamiento del proyecto estarán sujetos a lo dispuesto en la ley de residuos y suelos contaminados, y la promotora solo podrá utilizar medicamentos veterinarios y aditivos para el pienso autorizados en la vigente normativa. Además, el proyecto necesitará la preceptiva autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), ya que el término municipal de San Clemente y el lugar donde se ubicará la explotación se encuentra en la demarcación de este organismo de cuenca.