Los trabajadores de la fábrica de Vestas Manufacturing Spain en Daimiel (Ciudad Real), dedicada a la construcción de palas eólicas, han decidido parar la producción de la empresa ante la falta de respuesta de la empresa a implementar medidas de protección a los trabajadores para evitar el contagio del COVID-19.



Así lo han indicado este martes a Efe fuentes del Comité de Empresa, que han señalado que los trabajadores del turno de noche decidieron parar la producción de la empresa ante las insuficientes medidas planteadas por la empresa para evitar que los trabajadores puedan acabar contagiados por el coronavirus.



La medida ha sido respalda y secundada también por el turno de mañana y el turno de tarde.



Según estas fuentes, los trabajadores han acudido a su puesto de trabajo, pero han decidido no realizar actividad laboral alguna ante la falta de respuesta que, a su modo de ver, está dando la empresa a la pandemia.



A raíz de esta situación, han señalado estas fuentes, la empresa ha convocado una reunión con los representantes de los trabajadores en la que estos esperan que la empresa les dé respuesta a los planteamientos que ayer le realizaron para salvaguardar la seguridad de los trabajadores.



Fuentes del Comité de Empresa han indicado que esperan conocer lo que la empresa les pueda proponer en esta reunión que sigue realizándose en estos momentos, para poder tomar nuevas medidas, o en su caso, retomar la actividad.



En cualquier caso, han indicado, la intención del Comité de Empresa es someter a la aprobación de los trabajadores cualquier acuerdo que se vaya a tomar en las próximas horas.



El Comité de Empresa de Vestas Manufacturing Spain en su planta de Daimiel (Ciudad Real), formado por los sindicatos CCOO, CGT, UGT, CSIF y USO, había denunciado deficiencias en la aplicación del protocolo ante el COVID-19, que está suponiendo exponer la salud de los más de 1.300 trabajadores de esta planta.



En un comunicado de prensa hecho público este lunes, el Comité de Empresa indicó que se estaban produciendo posibles casos que no se confirman como positivo por COVID-19 de trabajadores.



Algunos compañeros, advertían entonces, habían estado en contacto directo en la fábrica antes de poner a los posibles afectados en cuarentena y esta situación estaba generando miedo en la plantilla.