Las empresas de ecoturismo y aventura de la región cifran sus pérdidas en un 70 por ciento
Las empresas de turismo de aventura y ecoturismo de Castilla-La Mancha calculan que su facturación bajará alrededor de un 70 por ciento este año con respecto a las previsiones, debido a las medidas de confinamiento decretadas con motivo de la epidemia de coronavirus, y han reclamado acciones desde las administraciones como la bajada del IVA en el sector del 21 por ciento al 10 por ciento o la ayuda de los ayuntamientos en materia impositiva, especialmente en las poblaciones más pequeñas, donde se ubican la mayoría de ellas.
Así lo han expresado los responsables de distintas empresas de este ámbito de la Comunidad Autónoma a Europa Press, donde han destacado sus ganas de "reinventarse" para poder revertir la situación de la mejor manera posible.
Álvaro Alfaro, de la empresa conquense Gea Aventura, se ha mostrado positivo ya que cree que la gente "está deseando que se levante la cuarentena para salir de casa como locos", aunque ha reconocido que también hay "una cara b, que son los ERTE, la falta de dinero y el miedo por el futuro".
Sin embargo, ha recordado que en la pasada crisis, en el año 2008, la gente "se echó las manos a la cabeza con que había que cerrar las empresas" y sin embargo para ellos supuso "un repunte del turismo rural". "La gente puede pasar sin ir a Tailandia pero no sin salir de casa, soy positivo y vamos a tirar para delante", ha insistido.
Además, ha considerado que el actual "puede ser el momento" para que se vean atendidas algunas de las reclamaciones históricas del sector, especialmente la reducción del IVA del 21 por ciento al 10 por ciento que tiene el sector del turismo en general, considerando que es una petición "súper lógica".
En su caso, ha reconocido que, a diferencia del resto de empresas, ha tenido "poquitas cancelaciones", ya que sus clientes han preferido "dejarlo para luego". "Hay muchas reservas para finales de junio que no hemos tocado, el cliente no se ha pronunciado. Estas reservas puede ser que caigan, pero nosotros estamos luchando para que se pospongan", ha comentado.
Sin normalidad
De su lado, Jesús, de la empresa ciudadrealeña Destinos Manchegos, ha manifestado que, en su opinión, el turismo será "la última actividad" en volver a la normalidad, aunque cree que, dentro del sector, ellos serán "los primeros" que puedan abrir. Sin embargo, sí ha puesto el foco en que sus actividades también dependen de la apertura de hoteles y restaurantes y, en general, de que haya "más servicios funcionando".
Sobre sus perspectivas de cara a la temporada, ha explicado que para su empresa "el 70 por ciento" de la facturación se produce en la primera mitad de año, mientras que el verano "es bajo y no hay turismo más allá de las Lagunas de Ruidera", por lo que solo les quedaría el otoño, "que es más difícil". En este sentido, ha manifestado que cree que "hasta principios de la primavera del año que viene" no podrán recuperar la normalidad.
Jesús ha afirmado que en el sector hay "ganas de reinventarse" para poder paliar la situación, aunque ha reconocido que "la moral está baja", pero ha asegurado que desde Destinos Manchegos la idea es trabajar para "intentar dar la máxima seguridad" al cliente y así poder superar los "temores" que puede haber con la desescalada del confinamiento.
En cuanto a las administraciones, como vicepresidente de la Asociación Castellano-manchega de Empresas de Turismo Activo y Ecoturismo y presidente de la Asociación de Ecoturismo de España, ha opinado que "todo está en el aire" y ha manifestado que sería una ayuda para el sector que el Gobierno regional pusiera en marcha un plan para "animar a los castellano-manchegos" a disfrutar del turismo de aventura en la región con acciones "a nivel promocional y económico".
Pueblos pequeños
Mientras, José Carlos de Santiago, de la guadalajareña Asdon Aventura, ha puesto el foco en el valor que las empresas de ecoturismo tienen para combatir la despoblación, ya que la mayoría están en ayuntamientos "muy pequeños". Por ello, ha considerado que empresas como estas deberían estar "súper protegidas" por las administraciones, especialmente en las localidades de menos de 500 habitantes.
"Somos un valor añadido muy importante para el turismo rural de interior, es un valor que haya empresas en ayuntamientos muy pequeñitos donde cualquier empresa es un triunfo, y no se pueden perder para la supervivencia de la población. Deberían ayudar no pagando impuestos y, en nuestro caso, bajando el IVA y otra serie de impuestos", ha defendido.
De Santiago ha considerado que, si la organización es buena, las empresas de aventura podrán "salvar un poco el verano" ya que ofrecen "respirar salud en espacios abiertos con poca densidad de personas, donde se puede estar más seguro".
Aunque, en su caso, reconoce que han tenido "un cien por cien de cancelaciones", ya que trabajan con grupos "muy grandes" y todos ellos han pedido la devolución del dinero.
Un año que pintaba "espectacular"
De su lado, Miguel, de la empresa Olcades Aventura, de Albacete, ha lamentado que este año, que "pintaba espectacular" en cuanto a las previsiones económicas, con la situación actual espera tener únicamente "un 30 o 35 por ciento" de la facturación prevista, algo que "para cualquier empresa es una barbaridad".
Para él, los ayuntamientos "pueden tener muchas cosas" que decir en la situación de las empresas de turismo de aventura y ecoturismo, aunque ha criticado que las entidades locales solo creen en ello "con la boquita pequeña". "Se olvidan pronto sin tener en cuenta la repercusión que tiene para el lugar, porque es indiscutible que a la población le revierte un nivel económico mejor. Si se hicieran reuniones con números reales, que los tienen, yo creo que los alcaldes lo entenderían mucho mejor y le darían mucha más importancia", ha continuado.
En cuanto a las ayudas, ha apuntado que "bienvenidas sean", aunque ha alertado que "cualquier ayuda que esté relacionada con préstamos ICO o créditos a bajo interés implican que hay que devolverlo", algo que significa "meter una hipoteca" a la empresa. "Se está hablando de muchos tipos de ayudas, sé que hay intención, pero no hay todavía nada claro", ha aseverado.
Además, también ha puesto el foco en que, aunque "desde hace tiempo" el material con el que trabajan se desinfecta con bactericidas y virucidas, ahora las empresas "van a querer dar muy buena imagen" en ese sentido y eso "va a encarecer el producto", un producto que "no vas a poder subir -de precio- porque quieres que venga el cliente".
Alianzas entre sectores
Finalmente, Mario, de la toledana Bernuy Aventuras, ha coincidido en que han perdido "lo fuerte" de la temporada con la crisis y ha cifrado las pérdidas en "un 70 u 80 por ciento", aunque ha querido mantener la "esperanza" de que la empresa pueda superar el golpe.
En este sentido, ha explicado que su empresa está llevando a cabo reuniones con otras de su zona, como bodegas o especializadas en cátering, para mantener "estrategias conjuntas" de cara a la desescalada y ver si "entre todos" pueden conseguir atraer a más clientes cuando puedan retomar su actividad.
Del mismo modo, ha señalado que Bernuy Aventuras está trabajando junto a la Asociación de Turismo Activo y Ecoturismo de Castilla-La Mancha de cara a llevar a cabo varias promociones, y también espera que el Gobierno regional tome "otras medidas que implementen ayudas y promociones para el turismo activo".
En su caso, ha alternado devoluciones a clientes con otros que han preferido posponer su actividad ya que, aunque han tenido que devolver los pagos en todas las actividades de turismo escolar, han conseguido retener a algunos particulares aunque, eso sí, "han sido los menos".