Con la crisis del coronavirus, el sector del turismo ha sido uno de los más afectados y las agencias de viajes, las grandes perjudicadas. Los negocios se han quedado a cero y sus expectativas de recuperación son a largo plazo, pues la prohibición de la movilidad de los ciudadanos ha desembocado en numerosas cancelaciones de viajes programados que, finalmente, no han podido disfrutarse.
Chicho Avendaño, responsable de la agencia SelfieTour ubicada en Tomelloso (Ciudad Real), señala que las pérdidas "han sido tremendas". Tanto que, según afirma, "este año va a ser imposible recuperarse y el que viene, no se sabe". Aunque el primer trimestre fue bastante bueno, el 98 por ciento de las reservas se han tenido que cancelar, lo que ha supuesto una pérdida de beneficio ligada a todos los costes directos e indirectos a los que la agencia ha tenido que hacer frente.
Según comentan desde SelfieTour, todas las reservas hasta julio han sido canceladas y tan solo una pequeña parte de la clientela está dispuesta a aplazar sus vacaciones. Como opción alternativa al reembolso, se están ofreciendo bonos con un año de duración, sobre todo en vuelos, ya que "los hoteles están devolviendo el dinero, pero la mayoría de compañías aéreas no".
La agencia reanudó su actividad el pasado 25 de mayo y, desde entonces, son muchos los clientes que entran a preguntar, pero "muy pocos los que se animan a reservar". Avendaño considera que, "será a partir de la próxima semana, con el paso a la fase 3 y una menor restricción del movimiento, cuando la gente empiece a planear sus vacaciones".
El responsable de SelfieTour señala que "el destino más demandado es la playa", sobre todo, "la Comunidad Valenciana, Málaga, Cádiz y Huelva", aunque algunas personas también están demandando casas rurales. Los usuarios que más se están interesando por estos viajes son personas jóvenes y familias.
Avendaño opina que el Gobierno debería tomar otro tipo de medidas y suavizar un poco más los protocolos, sobre todo para hoteles. "Es de lo que nosotros vivimos y el problema es que estamos llamando a estos alojamientos para ver cuándo van a abrir y en qué condiciones y, la mayoría, no lo tienen claro".
"Mientras no haya vacuna, no creo que la gente se anime mucho a viajar por gusto. La mayoría de clientes no quieren hacerlo porque no saben cómo serán las condiciones y prefieren disfrutar bien de sus vacaciones y que les merezcan la pena", ha concluido.