La dirección de Ibercaja, asesorada por el despacho de abogados Sagardoy, ha planteado a los sindicatos de que el expediente de regulación de empleo (ERE) que van a empezar a negociar podría afectar a un máximo de 790 empleados -el 15 por ciento de la plantilla compuesta por unos 5.100 empleados- y 220 oficinas -el 21 por ciento de la red-.
Unas cifras más elevadas que las del primer ERE presentado en febrero, que tuvo que ser suspendido por la pandemia, y que contemplaba la salida de 550 trabajadores y el cierre de 160 oficinas. Ibercaja cuenta con 46 sucursales en Castilla-La Mancha, la mayor parte (40) en la provincia de Guadalajara. El resto se distribuyen en Albacete (1), Ciudad Real (1), Cuenca (1) y Toledo (3).
El banco ya ha adelantado que el objetivo es primar la voluntariedad y el factor de edad en las salidas, y que el periodo informal de consultas del ERE sea más reducido.
El convenio de la entidad marca que el citado periodo previo de consultas dure 15 días, al que le sigue el mes de negociación formal de ERE marcado por ley. Pero, ante las circunstancias sanitarias y dado que ya se estuvo hablando en el proceso de ERE previo a la declaración del estado de alarma por la pandemia, la dirección de Ibercaja ha solicitado que este periodo previo se limite a dos reuniones más; una este viernes y otra la semana siguiente.
Los sindicatos aportarán en la primera reunión la documentación más detallada de la propuesta de ERE de la empresa y confían que el banco aporte, entre otras cuestiones, la distribución geográfica de los cierres de oficinas y salidas de empleados. Ibercaja alega causas económicas y organizativas para presentar el ERE, en un contexto de bajos ingresos y optimización de la rentabilidad, cuyo ROE al término del primer semestre del año estaba por debajo del 5 por ciento, mientras que los ingresos típicos se redujeron a un ritmo del 3,6 por ciento.
El ERE de Ibercaja no será el único que se negociará en los próximos días. Santander se ha reunido este martes con los sindicatos para informarles sobre la necesidad de afrontar una reestructuración interna por causas económicas, productivas y organizativas, aunque no les ha facilitado datos sobre el alcance de las medidas que pretende acometer, según han informado los representantes de los trabajadores.
En este caso se especula que afectará a unos 3.000 trabajadores y perjudicará a la plantilla de la red de sucursales, servicios centrales y al centro corporativo, según comunicó el banco a la plantilla en un mensaje.