El anuncio de que Correos prevé reestructurar o cerrar oficinas y unidades de reparto en seis localidades españolas, entre ellas en Cuenca, ha causado preocupación entre los representantes de los trabajadores de la empresa, que consideran que se quieren eliminar hasta cuatro puestos en la unidad de reparto de la capital conquense.
Después de que el Gobierno admitiera esa posibilidad en una respuesta en el Senado al parlamentario de Compromís Carles Mulet, sindicatos como CCOO han lamentado en Cuenca que la empresa no negocie "nunca con ellos", sino que les presente las decisiones como "un hecho consumado".
Es la reflexión del secretario provincial del sector postal de CCOO Cuenca, Abel García, quien ha manifestado a Efe que se han enterado de estas medidas "prácticamente" por la prensa y ha creído que la dirección quiere eliminar dos puestos de trabajo en la unidad de reparto y otros tantos en las notificaciones por la tarde, que actualmente realizan seis personas, dejándolas en cuatro.
García ha advertido de que esta supresión de puestos de trabajo no va a mejorar las condiciones de la plantilla ni va a suponer una mejora en el servicio público y ha resaltado que prestan "un servicio postal universal" y que durante la pandemia y el estado de alarma han sido declarado servicio esencial.
Respecto a la reducción de la actividad postal que argumenta el Gobierno, García ha subrayado que "las cartas han bajado, pero la paquetería y ha subido mucho", y ha resaltado que ellos tienen que llegar "hasta la última localidad, haya muchos o pocos paquetes"..
Asimismo, ha lamentado que en los Presupuestos Generales del Estado la aportación a Correos caiga de 180 a 110 millones de euros y ha recordado que "si se recorta el dinero, las prestaciones tendrán que bajar en algún sitio". Correos tiene una plantilla que ronda los 200 trabajadores en la provincia de Cuenca, según CCOO.