Makro, filial española del grupo alemán Metro dedicada a la distribución del sector de la hostelería, ha comunicado a los sindicatos su intención de poner en marcha un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para otras 11 nuevas tiendas en España.
En concreto, la compañía, que cuenta con 37 centros en España, ultima ampliar sus ERTE a las tiendas localizadas en Bilbao, Oiartzun (Guipúzcoa), Vitoria, Pamplona, Toledo, Granada, Málaga, Córdoba, Bormujos (Sevilla), Alcalá de Guadaira (Sevilla) y Puerto de Santa María (Cádiz), según informa CC.OO.
CC.OO. ha indicado que por el momento desconocen la duración de este nuevo ERTE, así como cuáles serán las condiciones sociales que lo acompañarán. "Nuestra única prioridad en la negociación serán los intereses de los trabajadores de Makro y en ese sentido nuestra idea es que este ERTE se cierre con un acuerdo en las mismas condiciones que el que en estos momentos se está aplicando a otros centros de la compañía", ha explicado.
Makro, que se ha visto impactado por las restricciones y el cierre de la hostelería en las diferentes regiones para frenar la expansión del coronavirus, presentó hace una semana un ERTE para 16 centros que dio comienzo el pasado viernes y que está previsto que acabe el 28 de febrero. Así, los establecimientos afectados son los de la Zona Franca, Badalona, Tarragona, Barberá, Castellón, Albuixech, Vara de Quart, Finestrat, Alicante, Murcia, Elche, Palma, Santander, Oviedo, A Coruña y Valladolid.
Este expediente de regulación recogía reducciones de jornada, la percepción de los complementos funcionales y ayudas familiares en función de la jornada que se realice, y se complementaba hasta el 100 % el salario base.
El consejero delegado de Makro en España, Peter Gries, subrayó esta semana cómo el coronavirus ha impactado negativamente en las cuentas de la multinacional, tras registrar una caída de las ventas del 17 % en 2020.
"El 2020 ha sido un año brutal. Nos afectó más al inicio de la crisis, porque era algo nuevo para el sector. Hemos cerrado el año fiscal con una caída de la ventas del 17 % y para 2021 la previsión es que no alcancemos las cifras de 2019, pero sí que sea mejor que la de 2020", señaló.
Gries explicó que la apertura de sus centros al público general durante la pandemia, que les fue negada por el Gobierno, les hubiera permitido mejorar sus cuentas, ya que la multinacional depende más del 70 % de la hostelería, uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria del coronavirus.