La tasa de fraude al seguro (siniestros fraudulentos entre el total de siniestros declarados) detectada en España mantuvo su tendencia ascendente de los últimos años ycreció desde el 1,9 % hasta el 2,2 %en 2020, en un contexto marcado por la pandemia del coronavirus, según recoge el “VIII Mapa AXA de Fraude al Seguro”.
El informe advierte de que la crisis económica creará unas condiciones que podrían generar un aumento de los casos de fraude al seguro. De hecho, en los años posteriores a la última crisis económica los intentos de fraude al seguro se duplicaron, algo que “podría volver a intentarse en los últimos meses“. El mapa del fraude elaborado por AXA señala que la tasa de fraude es mayor enMelilla (9 %), Andalucía (3,41 %) y Cantabria (3,39 %), mientras que las comunidades con tasas inferiores son Madrid (1,21 %), País Vasco (1,45 %), Castilla-La Mancha (1,79 %) y Cataluña (1,79 %). Por provincias, Cantabria (3,78 %), Almería (3,41 %), Cádiz (3,39 %) y Málaga (3,20 %) son las que mayores tasas de fraude presentan; frente a Soria (0,89 %), Madrid (1,06 %), Albacete (1,19 %) y Álava (1,22 %); que es donde menos se defrauda al seguro.
El director de siniestros de AXA España, Arturo López-Linares, considera que, “aunque la inmensa mayoría de los clientes son honestos”, algunas personas que atraviesandificultades económicas “pueden verse tentadas a cometer un fraude al seguro, algo que, debido a las técnicas periciales, es hoy más difícil que nunca”.
De su lado, los pagos indemnizatorios fraudulentos evitados en todos los ramos ascendieron un 2 %, hasta 67 millones de euros en 2020. El mayor porcentaje de fraude lo sigue aglutinando el seguro de auto, con más de la mitad de los casos. Más del 87 % de los casos de este ramo estuvieron relacionados con supuestos siniestros que tuvieron lugar durante la circulación del vehículo (20 millones de euros), por lo que la reducción de la movilidad durante el confinamiento de la primera ola de Covid-19 no tuvo un gran efecto, como cabría esperar.
Por otro lado, se registró un fuerte aumento de los intentos de fraude en el hogar (+18 %), que podría explicarse por el confinamiento. Entre las prácticas más habituales están la presentación de facturas falsas a la hora de indemnizar un siniestro, la falta de mantenimiento de los bienes del hogar o el aprovechamiento de eventos climatológicos reales para generar siniestros falsos.
En cuanto al segmento de multiriesgos (sufrió intentos de fraude por valor de más de nueve millones de euros),casi el 44 % de los casos de fraude adujeron daños por agua, lo que AXA atribuye a los grandes fenómenos climatológicos (DANA o borrasca Gloria) que afectaron a varias zonas de España en 2020. El número de casos que esgrimieron daños por agua para tratar de cometer el fraude supusieron el 28 % (+10 puntos porcentuales), mientras que los de daños eléctricos se redujeron al 17 %. En el ramo de diversos, los daños eléctricos fueron los que más intentos de fraude aglutinaron (más del 20% de los casos), seguidos de los atmosféricos (19 %) y los daños por agua (12 %).