La Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha, con motivo del aniversario de la declaración del estado de alarma en el país mediante el Real Decreto 463/2020, para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, ha reclamado medidas de apoyo al tejido productivo y diálogo social para encarar la recuperación.
En nota de prensa, la patronal ha vuelto a denunciar que los efectos económicos negativos que tendrán estas restricciones sobre los sectores que se están viendo más afectados, como son el sector de la hostelería, el comercio o el turismo, entre otros, y las dificultades en cuanto a la actividad y el empleo que traerán consigo estas restricciones durante los próximos meses.
"El año 2020 ha sido especialmente duro para las pymes y autónomos de Castilla-La Mancha, por todos los efectos económicos de la crisis generada por la pandemia de la COVID-19. A la caída del número de empresas registrada durante este año, hay que añadir que las empresas han tenido que acudir más a financiación externa, habiendo aumentado los préstamos bancarios al tejido productivo en un 8,8 por ciento, lo que supone en definitiva un crecimiento de la deuda", han detallado desde Cecam.
"Con unos niveles tanto de empleo como de actividad claramente inferiores a los existentes hace un año, a pesar de que los ERTE están jugando un papel fundamental evitando un mayor incremento del desempleo, se demuestra necesario intensificar las medidas de apoyo a nivel nacional dirigidas al tejido productivo, como sí las han puesto en marcha otros países de la Unión Europea, con el objetivo de minimizar las graves consecuencias que esta crisis está dejando sobre las empresas de la región y del conjunto del país".
Dicho esto, la patronal se ha referido a las ayudas directas a pymes y autónomos que ha aprobado el Gobierno central y que tramitarán las Comunidades Autónomas. "Siendo necesarias, llegan muy tarde para muchas empresas y son claramente insuficientes en comparación con el perjuicio causado por los cierres y limitaciones decretados por las autoridades sanitarias", han denunciado los empresarios.
De igual modo, han alegado que pese a que las expectativas sobre la recuperación se han acrecentado a medida que avanza la campaña de vacunación, es necesario trazar "cuanto antes una hoja de ruta para que esa recuperación sea efectiva y no quede en suspenso ante unos riesgos que aún no se han disipado".
Y es que los empresarios han pedido tener en cuenta "el peligro que supone que los trabajadores que actualmente se encuentran en ERTE puedan convertirse en desempleados y actuar también frente a la posibilidad de que no haya un repunte rápido en la actividad de determinados sectores productivos".
"Los distintos confinamientos y las restricciones a la actividad han retrasado las previsiones iniciales de inicio de la recuperación, que se situaban a principios de 2021, para hablar ahora de un repunte de la actividad a lo largo del año e incluso hasta 2022; un nuevo escenario, con un proceso de recuperación más lento de la esperado, en el que las empresas difícilmente podrán aguantar", han advertido.