El Consejo de Gobierno ha aprobado una línea de ayudas al sector del turismo rural, uno de los perjudicados por la crisis de la covid-19, para estimular el consumo a través del bono turístico, por el que se pueden ofrecer descuentos a los clientes de los alojamientos rurales, cámpines, empresas de turismo activo y ecológico y a guías e informadores turísticos.
La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, ha informado en rueda de prensa de los asuntos aprobados en la reunión del gabinete, uno de ellos el bono turístico para el turismo rural, similar al que ya se puso en marcha en el sector hotelero al que se acogieron 180 establecimientos, que también se ha prorrogado hasta el final de verano, y que les permitirá seguir ofreciendo descuentos a sus clientes.
La cuantía de las ayudas es de 1.500 euros para los guías e informadores turísticos y las empresas de turismo activo, que podrán aplicar descuentos de hasta 30 euros para grupos de cinco personas.
Los establecimientos de alquiler compartido podrán recibir ayudas de entre 4.000 a 6.000 euros para aplicar descuentos de 12, 20 o 30 euros a los clientes.
Las casas de alquiler no compartido recibirán ayudas por las mismas cuantías y los descuentos podrán ser de 10, 12 y 15 euros; y para las agencias de viajes, la cuantía de las ayudas es de 6.000 euros.
Podrán solicitarse en el plazo de un mes desde su publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha en los próximos días.
Esta medida responde a una estrategia de captación de turismo interior , ha señalado la consejera, que ha recordado que el turismo rural de Castilla-La Mancha mejoró sus cifras este pasado verano, pese a la covid, con respecto a 2019.
Espera asimismo que esta iniciativa mejore el consumo, pero que se disfrute del turismo esta Semana Santa desde la responsabilidad, debido a la pandemia de coronavirus, y teniendo en cuenta que sigue el confinamiento perimetral de la comunidad.