La transformación digital que venía gestándose se ha acelerado hasta un punto donde quedarse al margen ya no es una opción. Nuevas habilidades blandas, comercio electrónico y teletrabajo son solo algunas de las tendencias que se establecen como esenciales para el desarrollo del negocio en este presente incierto.
Adaptación y creatividad: las habilidades del presente
La sociedad, las empresas y como no, los autónomos han tenido que adaptarse a la transformación digital. El mercado ha generado posibilidades a quienes ya cuentan con el conocimiento y también a los que se abren a estas nuevas dinámicas, estrategias y actuaciones online.
Algunas tendencias se han convertido en fuerzas transformadoras que ayudan a impulsar modelos de negocio que un año atrás eran impensables. Sectores como la educación, la gastronomía y el ocio han tenido que modificar sus paradigmas para no perecer en el intento de supervivencia ante los confinamientos estrictos, los toques de queda y las demás restricciones. La dificultad para muchos de mantener sus negocios a flote ha abierto infinidad de posibilidades a soluciones y respuestas creativas que han llegado para quedarse.
Adaptarse a cambios socioculturales y demográficos, incorporar los usos de internet y las nuevas tecnologías y globalizar el negocio se está convirtiendo en el bote salvavidas de las marcas actuales.
Digitalización, innovación y enfoque en el usuario
La inteligencia artificial y el análisis de datos son algunas de las actividades punteras que ganan terreno en la transformación digital.
El smartphone sigue siendo el rey, mientras que el internet de las cosas y los ‘weareables’ no se quedan atrás. Esto hace que cualquier concepto de e-commerce, aplicación o web deba ser adaptable a todos los dispositivos, facilitando que la experiencia del usuario sea más atractiva.
Incorporar bots (programas informáticos que llevan a cabo todo tipo de tareas repetitivas), aplicaciones, e-commerce e influencers es ideal para negocios ligados al comercio. Empresas, en especial autónomos y pymes, han de ponerse también al día e implementar el uso de aplicaciones de productividad, software de gestión y digitalización de sus negocios.
Todo esto ha encontrado un lugar en un mundo donde el trabajo colaborativo está a la orden del día, y las softskills, así como la creatividad, la gestión del tiempo y la comunicación asertiva son, hoy por hoy, imprescindibles.
La flexibilidad y la agilidad en el trabajo son la cuna de la metodología Agile, que instaura nuevos procedimientos de trabajo con la finalidad de mejorar los resultados de cada proyecto. Ya no es necesario tener muchos profesionales con dedicación plena para desarrollar determinados proyectos. Herramientas clave como el uso de un marketplace de servicios freelance nos permiten encontrar todo lo que necesitamos en un solo lugar. Desde quién desarrolle tu web, haga el diseño de tu marca y gestione tus redes sociales, hasta ese redactor que escriba los textos que necesitas para aparecer primero en las búsquedas. Y mucho más.
Las finanzas electrónicas y la seguridad de los datos
Como hoy todo está en manos de los dispositivos, la ciberseguridad ha dejado de ser una opción para convertirse en indispensable. La aparición de las tecnologías blockchain y los smart contract, junto con una creciente necesidad de desarrollar la ciberseguridad, han abierto puertas a nuevos negocios. Este tipo de tecnologías ponen al alcance de la mano de muchos la gestión de las finanzas electrónicas. Como los tradicionales corredores de bolsa, pero con una inversión menor y conocimiento autodidacta a través de las operaciones con criptomonedas.
Los nuevos servicios para disfrutar en casa
Si bien es cierto que la gastronomía ha sufrido una crisis importante a causa de la Covid-19, no faltan quienes desarrollan negocios muy rentables y adaptables a una situación que está perdurando en el tiempo.
Experiencias de gastronomía y coctelería para preparar en casa, aplicaciones de delivery y cocinas fantasma son algunas de las propuestas surgidas de la pandemia. Pero las nuevas oportunidades de negocio continuarán pese a la incertidumbre en la recuperación de la vieja normalidad. Y, a pesar del efecto negativo del Covid-19 en el sector hostelero, se ha impuesto el modelo take away y delivery en casi todos los cafés, bares y restaurantes del mundo. Esto, aunque bajo una situación prácticamente obligatoria y bajo presión para lograr subsistir, abre nuevas oportunidades o líneas de negocio para locales tradicionales que no apostaban por la digitalización o adaptación a los nuevos hábitos del consumidor.
En el turismo, los destinos y los tipos de desplazamientos serán diferentes: más cortos, cercanos y con una filosofía más sostenible. La flexibilidad en cuanto a las condiciones seguirá siendo importante y los lugares de proximidad no deberán desaprovechar el auge del staycation. Sin embargo, este sector también busca y encuentra la forma de adaptarse a la situación actual a través del mundo digital. Cada vez son más los portales turísticos que ofrecen la posibilidad de realizar tours virtuales por museos y otras atracciones turísticas en diversas ciudades. Además, el turismo gastronómico ha sabido aprovechar la oportunidad y adaptarse al online ya que, desde el inicio de la pandemia, muchas marcas optaron por la realización de catas virtuales de sus productos (sectores vinícolas y otros alimentos gourmet) y entreteniendo a sus clientes a través de la cooperación con invitados especiales (influencers, actores, músicos…) en sus tours o catas virtuales.
Las oportunidades son muchas, todo lo que hay que hacer es utilizar las herramientas que este siglo XXI nos ha puesto en las manos y buscar ayuda profesional para cada uno de los pasos en los que el propio conocimiento no basta. Y recuerda, la adaptabilidad se convierte en una de las principales y más necesarias softskills.