Los novedosos modelos matemáticos del ingeniero aeronáutico Manuel Fuentes, natural de Tomelloso (Ciudad Real), han sido desarrollados para que las aerolíneas decidan de la manera más eficiente posible qué vuelos ha de realizar cada aeronave de la compañía, un proceso que en el sector se conoce como asignación de matrículas. Elegir el avión más adecuado para cada trayecto no es una cuestión baladí, puesto que acertar supone reducir los costes operativos, minimizar la probabilidad de sufrir retrasos y cubrir de la manera menos gravosa las necesidades de mantenimiento, entre otras bondades.
La innovadora metodología creada tras años de estudio por el experto castellano-manchego ha quedado recogida en su galardonada tesis doctoral "Operations planning and management in transport logistics", desarrollada en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la Universidad Politécnica de Madrid, donde Fuentes se tituló con brillantez y donde ha ejercido como investigador en el Departamento de Matemática Aplicada y Estadística. Después de ser condecorada por la Cátedra Abertis, ahora ha recibido el "Premio innovación aeronáutica 2021" del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE).
Colaboración con Vueling
Pero el gran éxito del modelo es que, más allá de los reconocimientos académicos, ha logrado captar la atención de la industria y ya se está aplicando de manera real y efectiva en la aerolínea Vueling, que ha contratado a la empresa fundada por Fuentes hace dos años, Cisneria Engineering, para asignar de manera infalible las matrículas a sus vuelos. La colaboración se engendró en 2018, cuando el ingeniero de Tomelloso formó parte del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Boston, en Estados Unidos, durante una estancia doctoral. "En Vueling vieron el modelo y les gustó, así que les propuse colaborar. Conseguí que firmasen un contrato con la universidad para que apoyasen la investigación", recuerda.
Y la apuesta no fue en vano. Ahora, tres años más tarde, varios ingenieros de Cisneria -con sede en Alcalá de Henares (Madrid)- y otros tantos de Vueling han formado un equipo mixto que ha desarrollado de manera conjunta, a partir de los modelos matemáticos incluidos en la tesis de Fuentes, una herramienta informática que permite a la aerolínea optimizar la asignación de matrículas, decidir qué aeronave tiene que realizar cada vuelo. "No basta solo con aportar una solución realizable sino que hay que encontrar la mejor entre todas las posibles para minimizar costes operativos, minimizar la propagación de retrasos en caso de que haya incidencias en la operación, etc. Estamos evolucionando y sacando nuevas versiones de la herramienta, como la que permitió adaptarla a la situación provocada por la Covid-19", cuenta el ingeniero aeronáutico castellano-manchego con orgullo.
También para operadores ferroviarios
Fuentes asegura que, una vez completada la fase de investigación, actualmente está priorizando su labor comercial como máximo responsable de Cisneria Engineering. El objetivo es que su modelo sea utilizado por nuevas aerolíneas y también compañías dedicadas al transporte terrestre. De hecho, en su etapa como becario en el Departamento de Matemática Aplicada y Estadística, Fuentes comenzó investigando sobre la optimización de la planificación de transportes y, concretamente, analizando el problema de asignación de tripulaciones en Cercanías Madrid de Renfe, unos estudios que también le granjearon varios reconocimientos nacionales e internacionales. Para este sector ha desarrollado "pruebas de concepto" que podrían ser aplicables a operadores ferroviarios.
"Si he conseguido llegar hasta aquí ha sido por terquedad pura y dura. Enseguida vi que la optimización para la planificación de transportes tenía mucho potencial y que esa rama de las matemáticas, que tanto podía ayudar a las empresas, no estaba muy desarrollada en España. Quería que cualquier cosa que hiciera como ingeniero y como investigador no fuera papel mojado sino que se aplicase, así que he insistido mucho hasta que he conseguido convencer a alguien para que lo probara. Y ha gustado", asegura Fuentes, al que un regalo recibido cuando tenía once años, la película Apolo XIII, le convenció de que lo que quería ser de mayor era inventor e ingeniero aeronáutico. Por ahora no ha desarrollado ninguna nave espacial como la de la cinta protagonizada por Tom Hanks, pero el resto del sueño de aquel niño se está haciendo realidad.