Al escenario excepcional derivado de la pandemia por la Covid-19, se suma el conflicto entre los países de Ucrania y Rusia en un contexto donde los diferentes colectivos comienzan a sufrir las consecuencias de la guerra que se está produciendo actualmente en suelo europeo.
En los últimos días, y a pesar de la lejanía, el enfrentamiento entre estos países ha empezado a tener un mayor impacto en el nuestro. Las restricciones de los productos, junto con el aumento de los precios a causa de la subida de la gasolina en los transportes, llevan consigo una mayor demanda de alimentos ya de por si de difícil acceso por parte de los colectivos más vulnerables que se ven en la necesidad de acudir a comedores sociales o bancos de alimentos.
En este sentido, los huertos solidarios están adquiriendo un mayor papel por su compromiso para cubrir el aumento de necesidades entre estos colectivos que se están viendo indirectamente perjudicados.
Agricultura ecológica
Una agricultura ecológica basada en la ausencia de los productos fitosanitarios agresivos en los que la coliflor, la lechuga, las acelgas verde y roja, el repollo, la lombarda o el romanescu entre otros, son algunos de los productos que actualmente se están cultivando en los huertos ubicados en Albacete, Ciudad Real y Toledo para su posterior envío a las instituciones sin ánimo de lucro que actualmente colaboran en el reparto a los colectivos más vulnerables.
El Banco de Alimentos de Albacete, la Asociación San Vicente Paul de Ciudad Real y Cáritas en Toledo, son las instituciones benéficas encargadas de abastecer a las familias de la región que tienen más difícil acceder a este tipo de alimentos, bien sea proporcionando los ingredientes ecológicos o mediante platos cocinados con estos alimentos frescos de alta calidad.
50.000 personas beneficiadas
Desde la creación de esta red de huertos solidarios por parte de la fundación de la aseguradora castellano-manchega, cerca de 50.000 personas en situación de vulnerabilidad han sido beneficiadas gracias a las más de 100 toneladas de verduras y hortalizas recogidas.
Para la Fundación Soliss, la red de huertos solidarios constituye uno de los proyectos sociales más importantes, debido a que supone en muchos casos la única vía que muchas personas necesitadas tienen para acceder a alimentos frescos de calidad, cultivados bajo las premisas de la agricultura ecológica, de modo que su dieta sea lo más completa y sana posible.