La subida de las temperaturas, así como las lluvias que dejó el pasado mes de abril, ha favorecido al aumento de la variedad de productos cultivados en los huertos solidarios que la Fundación Soliss tiene en Albacete, Ciudad Real y Toledo.
Y aunque es importante no descuidarse, ya que el tiempo todavía es variable en cuanto a su temperatura, los agricultores han comenzado con la siembra de un gran abanico de nuevos productos que pronto serán enviados a los diferentes bancos de alimentos y comedores sociales con los que colabora la fundación.
Productos como los tomates, pimientos, berenjenas, sandías, calabacines o pepinos se suman a las coliflores, lechugas, acelgas verdes y rojas, repollos, lombardas o los romanescu que ya se venían cultivando en los huertos solidarios de Soliss para su posterior envío a las instituciones sin ánimo de lucro que atienden a los colectivos más necesitados.
"Una agricultura ecológica basada en la ausencia de productos fitosanitarios agresivos, cuyo objetivo es cubrir las necesidades alimenticias de aquellos colectivos más vulnerables y que en muchos casos supone la única vía para acceder a alimentos frescos de calidad", ha recordado en una nota de prensa la Fundación Soliss, para la que su red de huertos solidarios "constituye uno de los proyectos sociales más importantes, ya que éstos suponen una gran ayuda para los colectivos más vulnerables de la región que tienen difícil acceso a una dieta lo más completa y sana posible".