Iberdrola ha iniciado la puesta en marcha en Extremadura de dos nuevas plantas fotovoltaicas. Estas instalaciones, denominadas Majada Alta y San Antonio, se ubican en la localidad cacereña de Cedillo y cuentan con una capacidad conjunta de 100 megavatios (MW), suficiente para abastecer de energía limpia a 45.000 hogares, superior a la población de una localidad como Plasencia.
Estas instalaciones están compuestas, en conjunto, por cerca de 250.000 paneles solares que producirán 156.000 MWh de electricidad al año. Una cantidad que hubiera requerido de más de 26 millones de metros cúbicos de gas para ser generada por un ciclo combinado. Las plantas evitarán la emisión a la atmósfera de 28.000 toneladas de CO 2 anuales. Su construcción ha permitido la creación de más de 300 puestos de trabajo locales.
El proyecto ha supuesto además un impulso para la cadena de suministro relacionada con la transición energética con la participación de numerosos proveedores nacionales como las vascas Ingeteam (encargada de la Unidad Central del Sistema) y el Grupo Ormazábal (Centros Integrales de Media Tensión); la andaluza Hitachi (trafo de potencia y los equipos de conmutación con aislamiento de gas); las castellanomanchegas Garoc y Eiffage (línea de Alta Tensión); o la asturiana Gonvarri (estructura fija).
Con su puesta en marcha, ya son veinte las instalaciones renovables operadas por Iberdrola en Extremadura, donde cuenta en la actualidad con una potencia verde instalada de 3.867 MW, de la que un 47 % corresponde a las 12 plantas solares que la compañía tiene en funcionamiento en la región.
La construcción de este proyecto ha supuesto un importante reto tecnológico y logístico para garantizar el mínimo impacto ambiental en el entorno del Parque Natural del Tajo Internacional, un área protegida entre España y Portugal. La compañía ha acometido una compleja solución para evacuar de forma conjunta la energía producida por estas plantas fotovoltaicas y la central hidroeléctrica de casi 500 MW ubicada también en el municipio.
Subestación encapsulada
Para evitar utilizar grandes extensiones de terreno, la compañía ha instalado una subestación encapsulada de solo 300 m 2 , frente a los 10.000 m 2 de terreno que suelen necesitar infraestructuras de estas características. Fabricada en Italia, tuvo que ser transportada en barco desde Venecia hasta Sevilla surcando las aguas del Guadalquivir y, desde ahí, recorrió Andalucía y Extremadura en grandes camiones.
La subestación se introdujo en contenedores colocados sobre una estructura de seis metros de profundidad, por donde se conectan todos los cables que distribuyen la energía a la red. Cada uno de estos contenedores pesa más de 50 toneladas y para colocarlos, sin interferir con las cuatro líneas de evacuación de la central hidroeléctrica, fueron necesarias grandes grúas puente.
Esta innovadora infraestructura también dará servicio a una tercera planta fotovoltaica, de 375 MW, lo que evitará la instalación de nuevas redes de evacuación, favoreciendo la protección ambiental y la integración en el territorio. Esta instalación - respaldada por el ayuntamiento y la Sociedad Agraria de Cedillo - se encuentra en fase de tramitación ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La planta se ubicará en una finca comunal propiedad de gran parte de los vecinos de Cedillo, que podrán continuar con su actividad ganadera.
Entorno rural y el patrimonio
Durante la construcción de estas dos nuevas plantas fotovoltaicas, Iberdrola ha puesto de manifiesto su compromiso con el medio ambiente y el respecto por el patrimonio histórico y cultural, tras localizar importantes hallazgos arqueológicos en las inmediaciones del proyecto durante los trabajos previos de desbroce del terreno.
En concreto se descubrieron un dolmen, con una antigüedad de entre 3.500 y 4.000 años, y una necrópolis prerrománica del siglo V que cuenta con 32 tumbas y que ha sido puesta a disposición de la Junta de Extremadura tras los trabajos de catalogación y documentación.
Iberdrola también descubrió una estela funeraria, que ha sido trasladada al Museo Provincial de Cáceres. La compañía está tramitando con las autoridades la posibilidad de convertir estos hallazgos en un punto de interés turístico.
En el marco del compromiso de Iberdrola por contribuir al desarrollo de esta localidad, la compañía tiene previsto instalar en Cedillo la primera comunidad solar de España para un pueblo completo. Gracias a esta iniciativa todos los habitantes del municipio disfrutarán de un ahorro del 50 % en la factura de energía de su consumo eléctrico. Iberdrola asumirá la inversión total del montaje y gestión de este sistema de autoconsumo colectivo, que se pondrá en funcionamiento a principios de 2023.