Repsol va a instalar en su complejo industrial de Puertollano (Ciudad Real) la segunda planta en la Península para fabricar combustible de cero emisiones netas a partir de residuos, una "alternativa real" para acelerar la descarbonización del transporte.

Según ha informado la compañía en nota de prensa, su misión será producir combustibles renovables que podrán utilizar coches, camiones y barcos sin necesidad de transformar sus motores ni modificar las infraestructuras de distribución y de repostaje ya existentes.

Para su puesta en marcha, la empresa va a invertir más de 120 millones de euros y, una vez que la planta entre en funcionamiento en 2025, producirá 240.000 toneladas de combustibles renovables al año, "la cantidad necesaria para dar 136.000 vueltas en coche alrededor del mundo". Esta producción conllevará una reducción de 750.000 toneladas anuales de emisiones de CO2 en el sector de la movilidad.

"Este proyecto supondrá la transformación de una antigua unidad construida en la década de 1960 y destinada a la fabricación de diésel en una moderna planta con tecnología puntera capaz de procesar nuevas materias primas, como aceites de cocina usados, grasas animales y otros residuos de aceites vegetales", ha explicado la multienergética.

Esta nueva instalación se sumará a la primera de la Península Ibérica, dedicada exclusivamente a la producción de estos combustibles con baja huella de carbono y que Repsol pondrá en marcha a finales de 2023 en Cartagena (Murcia), con una capacidad de producción de 250.000 toneladas anuales.

Evolución del modelo de negocio

El complejo industrial de Repsol en Puertollano cuenta con dos áreas para producir combustibles convencionales. "Tras esta inversión, evolucionará su modelo de negocio y transformará una de las unidades de Refinería I en una unidad específica para producir combustibles renovables, garantizando así la competitividad de la unidad al procesar una materia prima diferente a la actual", ha explicado.

Los combustibles renovables ya están presentes en todas las estaciones de servicio de España, ya que, conforme a la legislación vigente, los carburantes convencionales tienen que incorporar más de un 10 % de biocombustibles.

Además de la planta de Cartagena y la unidad en Puertollano, Repsol construirá una planta demostrativa de combustibles sintéticos en Bilbao.