Ángel Nicolás (Maqueda, Toledo) forma parte del ecosistema empresarial de Castilla-La Mancha desde tiempos prácticamente inmemoriales. Fue presidente de Fedeto, la Federación Empresarial Toledana, durante dos décadas, ininterrumpidamente entre 2002 y 2022. Cuando le tocó despedirse del cargo, a petición propia, recibió un homenaje en el que no faltó uno solo de sus compañeros en la patronal, los líderes sindicales de la región y las máximas autoridades políticas castellano-manchegas, independientemente de su color político. En ese evento, a Nicolás le sirvió una sola frase para demostrar su talante: "Soy como un cajero automático, siempre he estado abierto a todos".

Una apuesta por el diálogo y el consenso que, sin restarle dureza a su discurso en defensa de los empresarios, mantiene como presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM), organización que comanda desde 2009. Pese a llevar casi 16 años al frente, en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL, realizada en la sede toledana de la organización empresarial, no ha ocultado sus ganas de afrontar un quinto mandato, siempre que cuente con el apoyo necesario para ello.

Nicolás, que también fue presidente de la mutua Solimat entre 2002 y 2016, asegura que la política le "da igual" y que nunca ha sido "ni de un lado ni del otro", pero saca la cara por la forma de gobernar que tiene el socialista Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha. Sobre todo, en comparación con la de Pedro Sánchez en España. Cree que este último intentará moverle la silla al primero y tratará de hacerse con el control del PSOE castellano-manchego, algo que "le va a salir mal", aunque no oculta su preocupación ante la simple posibilidad de que la comunidad autónoma se acabe "sancherizando"

Ángel Nicolás gesticula durante la entrevista.

Pregunta. Pedro Sánchez, en el reciente inicio del curso político, dijo ante los parlamentarios del PSOE que el suyo era "el Gobierno de las empresas", con el argumento de que en los últimos 15 años no han tenido tantos beneficios como tienen hoy. ¿Se sienten ustedes bien tratados por el Ejecutivo?

Respuesta. También dijo que el suyo era el Gobierno del acuerdo. Eso lo puede decir Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha. Aquí el Gobierno regional sí cree en el acuerdo, efectivamente. El de España, no.

P. ¿Cuál es la receta que permite que en Castilla-La Mancha se alcancen acuerdos entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos?

R. Que cada una de las instituciones cumple su misión. El Gobierno la que le corresponde, los sindicatos otra, el Tribunal de Cuentas la suya... En Castilla-La Mancha no se ha dado esa deriva de que el Gobierno termine copando todas las instituciones para que acaben defendiendo y haciendo lo que dice el jefe.

Además, en Castilla-La Mancha el Gobierno regional se sienta y habla contigo. Y si tienes un problema, te escucha. Allá arriba no funciona igual. También los sindicatos nos echan una mano cuando hay algún problema con un delegado sindical o un trabajador en una empresa, igual que nosotros se la echamos a ellos. Hay entendimiento.

Las he tenido tiesas con Paco de la Rosa (secretario general de Comisiones Obreras en Castilla-La Mancha), al que yo he llamado comunista y él me ha dicho que estoy en el siglo XIX, pero nunca nos hemos faltado el respeto aunque tengamos ideas muy distintas.

P. ¿Usted cree que sería mejor presidente de España Emiliano García-Page que Pedro Sánchez?

R. Sin duda, sin duda. Nuestro diálogo con el Gobierno de Castilla-La Mancha funciona bien. Estoy contento porque nos atienden y nos echan una mano cuando tenemos un problema grave en una empresa. ¿Que todo es mejorable? Siempre es mejorable. No me voy a quedar en que estoy conforme con lo que hay, porque quiero más.

Pero es que no el único que habla bien del Gobierno regional. Los líderes nacionales de la CEOE, Antonio Garamendi, y Gerardo Cuerva, de CEPYME, siempre ponen como ejemplo de acuerdo a Castilla-La Mancha. Y me consta que a Yolanda Díaz ya le han dicho más de una vez: "Ya podíamos estar aquí negociando los temas como lo están haciendo en Castilla-La Mancha".

Habrá gente que por reconocer esto diga que me he vuelto socialista, aunque no lo he sido en mi vida. Tampoco he sido nunca del otro lado. Yo soy quien soy. Punto. La política es que me da igual. Quien lo hace bien le aplaudo y quien lo hace mal, pues...

"Creo que Sánchez va a intentar mover la silla a Page y que le va a salir mal"

P. Con vistas al Congreso Regional convocado por el PSOE de Castilla-La Mancha para el próximo mes de enero, ¿cree que Pedro Sánchez le va a tratar de mover la silla de Emiliano García-Page?

R. Creo que lo va a intentar y también creo que le va a salir mal, sinceramente. Que a Pedro Sánchez le estorba Emiliano es evidente. Es el único presidente autonómico de su partido con mayoría absoluta y lo está cuestionando. No lo manda de viaje sin billete de vuelta porque no puede.

Esto es algo que me preocupa, porque yo no quiero que Castilla-La Mancha se sancherice. Aquí somos gente muy leal, muy honrada, muy normal. Con Emiliano las ha tenido tiesas porque no pensamos igual en muchas cosas, pero él me ha demostrado siempre lealtad y yo a él también. Sabe escuchar y cuando puede echar una mano, la echa. Nos tenemos un enorme respeto y un enorme cariño.

Cuando critica muchas de las cosas que están pasando en España no nos está engañando; lo piensa de verdad. Otra cosa es que luego pueda ordenar una acción concreta a los ocho diputados que tiene el PSOE de Castilla-La Mancha en Madrid. A mí en CECAM me pasa algo parecido. Soy el presidente, pero no puedo obligar a que en las próximas elecciones de la CEOE voten a Garamendi. Yo no puedo determinar el voto de gente que es independiente y preside sus propias organizaciones.

"Tengo ganas de seguir al frente de CECAM, pero haré lo que me digan"

P. A Page el PSOE de Castilla-La Mancha ya le ha pedido mayoritariamente que siga al frente del partido. A mediados de 2025 usted agotará su cuarto mandato al frente de CECAM. ¿Va a seguir como presidente?

R. Si ha llegado el momento de irme o no lo va a decidir la Junta Directiva y el Comité Ejecutivo de CECAM, a cuyos miembros yo no nombro. Hace tres años y medio puse mi cargo a su disposición y consideraron que tenía que seguir. Ahora también haré lo que me digan. Así llevamos las cosas aquí; todo se hace por acuerdo.

P. ¿Pero se ve con ganas y con apoyos para continuar cuatro años más?

R. Yo tengo ganas de seguir, porque el 2025 va a ser un año muy complejo, por la situación política que acabamos de comentar y porque no sabemos qué va a pasar con Comisiones Obreras o si quienes se pongan al frente de UGT en Castilla-La Mancha van a llegar con las mismas ganas de acordar.

P. Entiendo que se refiere a los cambios previstos en los liderazgos regionales de ambos sindicatos. ¿La interinidad de la gestora que está al frente de UGT Castilla-La Mancha y la anunciada marcha de Paco de la Rosa como secretario regional de CCOO están dificultando la comunicación?

R. El liderazgo de Paco y su capacidad para negociar no se discuten, porque va a seguir hasta el congreso de Comisiones en 2025. Con UGT es distinto, porque desde la dimisión de Luis Manuel Monforte, que para mí fue para mí un total descubrimiento tanto profesional como humano, no podemos descolgar el teléfono para tomar un café en un momento y solucionar cualquier asunto. 

La presidenta de la gestora de UGT Castilla-La Mancha ni siquiera vive aquí. Nos sorprendió que no asistiese a un acto importantísimo, a una reunión que tuvimos para hablar de la reforma del Estatuto autonómico. Esperemos que resuelvan rápido esta situación, aunque ya han dicho que hasta el año que viene no hay congreso. Hasta entonces estamos en un periodo en el que no sabemos muy bien si la persona que viene a negociar tiene capacidad de liderazgo y de asumir compromisos o simplemente viene a escuchar y luego a proponer para que la gestora decida, lo que retrasa todo mucho.

Por suerte, en cuanto a la negociación de los convenios colectivos, la normalidad es absoluta. De los 79 de carácter sectorial que hay en Castilla-La Mancha, el 60 % están vigentes y el resto están en mesas de negocio. ¿Qué ha ocurrido en algunos convenios que se han paralizado las negociaciones? Pues que el famoso anuncio de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales ha hecho que en algunos sectores se haya decidido esperar para ver si finalmente se implanta, porque de ser así obligaría a recalcular todo de nuevo.

P. Desde el ala de Sumar en el Gobierno, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, mantiene como proyecto estrella esta reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales. ¿De aprobarse, qué supondría para las empresas de Castilla-La Mancha?

R. Lo primero que hay que recordar es que la jornada efectiva en 2023, según Eurostat, fue de 36,1 horas semanales en España; que la media pactada por convenio es de 38,3 horas; y que solamente cuatro países de la Unión Europea tienen menos de 40 horas semanales, que son Países Bajos, Bélgica, Francia y Alemania. Y a eso le sumamos el aumento del absentismo laboral, un problema que es de sobra conocido en España.

Casi todas las grandes empresas ya tienen implantadas jornadas de 37 horas en sus propios convenios, pero imponerle esta reducción a las pymes y micropymes de este país puede hacerlas un agujero tremendo. En algunos sectores como el del transporte de mercancías por carretera ya han dicho que para ellos sería una ruina, porque les obligaría a meter un turno de conductores más.

Quizás lo que pretende el Gobierno es que la gente trabaje menos para que haya más gente que trabaje, pero es que esa no es la solución. Y en teoría habrá que reducir la jornada, además, sin merma de salario. Ojalá fuéramos un país tan rico que nos pudiéramos permitir el lujo de que todo fuese así, pero la realidad es que no podemos estar permanentemente regalando dinero a la gente, porque no lo tenemos.

Por eso defendemos que la gestión de la jornada laboral se resuelva mediante un acuerdo entre la empresa y los trabajadores, nadie más. Si el Gobierno impone la reducción de la jornada, nosotros no vamos a estar de acuerdo en absoluto.

P. La ministra, precisamente, se ha mostrado dispuesta recientemente a "mejorar" el acompañamiento que reciban las pequeñas y medianas empresas a la hora de implementar las 37,5 horas. ¿Cree que merece la pena discutirlo y que hay posibilidades de llegar a un acuerdo?

R. Sí, sí. Siempre merece la pena discutir absolutamente todo, eso está claro. Lo que no logro entender es qué significa eso de acompañar a las pymes y micropymes mientras les exiges que reduzcan la jornada laboral.

Vuelvo a insistir: no sé qué pinta aquí un Ministerio regulando, cuando hay una negociación colectiva que es súper ordenada en este país y es de las mejores cosas que tenemos. ¿Por qué te metes en medio? ¿Por qué cuando estás arbitrando un partido te pones la camiseta de uno de los equipos? No puedes hacer eso. Tú tienes que ser neutral y favorecer la negociación, pero quedarte al margen.

P. El salario medio de los trabajadores en Castilla-La Mancha es de 23.751 euros, el tercero más bajo de España, 3.197 euros por debajo de la media nacional y con un crecimiento interanual del 2,2 %, el menor de todo el país. Más allá del debate sobre las horas trabajadas, ¿no es más problema en Castilla-La Mancha que se cobra muy poco?

R. Todo depende de la economía de cada región. Por ejemplo, los precios de los supermercados en las ciudades de Castilla-La Mancha son más económicos que los precios de los mismos supermercados de la misma cadena en Madrid, en Barcelona o en Bilbao. ¿Por qué? Pues porque el poder adquisitivo de la gente es menor.

En Castilla-La Mancha hay 100 empresas, si llegan, que tienen cierta potencia. El resto son pymes y micropymes, además de muchos autónomos. Desde hace cuatro años, el beneficio de esas pequeñas empresas está detrayéndose más de un 20%, porque están subiendo los costes a un nivel que no se está repercutiendo en el precio final del producto. ¿Tienen capacidad de subir los salarios para que se igualen a los del resto de España? Pues yo te digo que no.

"Firmaría mañana mismo que, si hay una rebaja de impuestos, todo vaya al salario del trabajador y no a beneficio de la empresa."

¿Por qué siempre todo tiene que ser la culpa del empresario? Si es que no puede pagar más. Por un trabajador que en Castilla-La Mancha cobra 1.200 euros, el empresario paga cerca de 2.000 euros. Hay una lección que se aprende en la primera página de cualquier libro de economía. Baja impuestos y la economía se expande automáticamente. Los efectos no tardan ni un año en notarse. Si sube la presión fiscal nos estás dejando sin margen. 

Nuestro compromiso va por delante. Firmo mañana mismo que todo lo que se reduzca de impuestos a los empresarios vaya al salario del trabajador, no a beneficio de la empresa.

P. Yolanda Díaz también ha mostrado su intención de subir "con o sin acuerdo" el SMI por sexta vez desde que es ministra de Trabajo. Asegura que con 1.134 euros, la cantidad en la que está fijado actualmente, "no se puede vivir". ¿Coincide? ¿Los empresarios se van a oponer a un nuevo incremento?

R. El salario mínimo se ha revalorizado un 52 % con el actual Gobierno, que lo ha subido año tras año. Si lo quieren subir otra vez lo van a hacer, nos opongamos o no. Pero es que el tema no es ese. Lo que debería preguntarse el Gobierno es por qué ha provocado que todo sea mucho más caro en los últimos cinco años, por qué su acción está propiciando que todo suba.

En 2023, el SMI ya suponía el 67,7 % del salario medio en Castilla-La Mancha. Los empresarios y los sindicatos estamos llegando a acuerdos que incorporan subidas salariales en todos los convenios, pero nos tienen que dar un margen. La presión fiscal que tenemos ahora en España es tremenda. Y la de cotizaciones sociales ni te cuento, porque es la mayor de Europa. Además de eso, además de cargar con más impuestos a la empresa, ¿quieren que subamos los salarios? ¿Me dice cómo?

"El 98 % de las empresas de Castilla-La Mancha son como las de tu vecino: un bar, una peluquería..."

El 98 % de las empresas de Castilla-La Mancha son como las de tu vecino que tiene un bar, una peluquería o una tienda de zapatos. Entre lo que paga de alquiler, lo que ha subido la luz, la gasolina y todo lo demás, mi peluquero no ha podido mantener al empleado que tenía. Ahora se pega unas palizas que le ves a las 11 de la noche cortando el pelo. 

P. Pese a todo, las cifras macroeconómicas siguen siendo positivas en Castilla-La Mancha, donde la confianza empresarial es la más alta del país, se sigue generando empleo y las exportaciones son de récord. ¿La economía va a aguantar o prevé nubarrones negros para 2025?

R. El PIB ha crecido por encima de lo que teníamos previsto y está claro que la macroeconomía va bien en Castilla-La Mancha, aunque muy sostenida por la función pública, también hay que decirlo, y no tanto por la empresa privada.

Yo me puedo sumar al equipo que defiende que España va bien en lo general, pero en lo particular España no va bien porque las empresas están pasándolo mal.

A mí no me hables de las empresas del IBEX, porque ni me importan ni las entiendo. Cuando yo hablo de empresas, estoy hablando de empresas como las que decía antes, como el taller al que llevas tú el coche. Su dueño ganaba más hace cinco años de lo que gana hoy. Ha perdido poder adquisitivo porque ha tenido que hacer recortes si quería mantener abierto su negocio. Y no va a recortar a su empleado; así que se recorta él. Eso te lo encuentras hoy en día multiplicado por 3.000 en Castilla-La Mancha, que es lo que a mí me interesa.

P. ¿Existe una Castilla-La Mancha a dos velocidades? ¿Cuáles son las zonas más pujantes y las que tienen más dificultades?

R. Toledo pronto va a representar un 35 % de la economía regional, sobre todo gracias al impulso del corredor de la Sagra, que se está comiendo al corredor del Henares en cuanto a tamaño de las empresas que se implantan. Las realidades en Castilla-La Mancha son muy distintas. La provincia de Toledo es muy potente empresarialmente y la capital no tanto, algo que ocurre justo al contrario en Albacete.

En la zona central de la Mancha también se está experimentando un despegue muy importante de implantación de empresas, mientras que las zonas más despobladas de Guadalajara y Cuenca siguen como estaban, aunque no van a peor. Esto, hasta que la acción gubernamental lo corrija, es algo inevitable. 

"En determinados momentos se nos presenta a los empresarios como si no valiésemos para nada"

Los gobiernos tienen que crear las condiciones suficientes para que las empresas puedan implantarse allí. Esto es algo curioso, porque en determinados momentos se nos presenta a los empresarios como si no valiésemos para nada y somos lo peor del mundo para algunos gobiernos, pero luego aprueban incentivos, bajadas de IRPF o de IBI cuando hay que salvar una zona despoblada.

No montan un negocio público y contratan a 15 personas en no sé qué pueblo. ¿Por qué? Porque no es razonable que sea así. Tiene que ser la inversión privada la que vaya y tire de aquello.

P. El PP solicita constantemente una bajada generalizada de impuestos en Castilla-La Mancha para asimilar la presión fiscal a la de comunidades vecinas como Madrid. Desde el PSOE, sin embargo, acusan a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de hacer dumping fiscal. ¿En qué lado se posiciona CECAM?

R. Nosotros siempre reclamamos que se bajen los impuestos, lo diga quien lo diga. Y es que lo defendemos porque favorece a la economía. Igual que pensamos que cuanto menor es la regulación laboral y más se confíe en la negociación colectiva, mucho mejor para los trabajadores y para las empresas.

Y, respecto a la Comunidad de Madrid, si el argumento es que no puedes competir contra ella porque ha bajado los impuestos, la solución es que los bajes tú también. 

P. El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado el cobro del canon del agua, que arrancará a mediados de 2025. ¿Qué tiene que decir CECAM?

R. Que estamos totalmente en contra. Aunque sea una directiva europea de obligado cumplimiento, cuando llegue el momento nos opondremos y supongo que tendremos que hacer recursos.

El canon del agua no puede contar con nuestro aval, porque bastante estamos pagando ya los empresarios por absolutamente todo. 

P. ¿Han calculado cuánto van a tener que pagar los distintos tipos de empresas que hay en Castilla-La Mancha?

R. No, todavía no hemos hecho ese cálculo, pero lo vamos a hacer.

La fotografía de Page y Nicolás reunidos en el Palacio de Fuensalida decora uno de los despachos de Cecam.

P. ¿Los multimillonarios fondos europeos movilizados tras la pandemia han ayudado a las empresas de Castilla-La Mancha o se han quedado por el camino? Dice José Manuel Caballero, vicepresidente segundo de la Junta, que somos líderes en ejecución y que incluso está llegando dinero extra que no se está aprovechando en otras regiones.

R. En Castilla-La Mancha, un 56,7 % de las ayudas están teniendo como destinatario final a pymes y micropymes, por encima del 39 % del conjunto nacional. En ese sentido, estamos muy bien. Es algo que ha sido posible, en buena medida, gracias al 'kit digital', al que se han apuntado muchas empresas y ya ha supuesto ayudas por unos 1.600 millones, alrededor del 50 % del total del programa.

Aquí siempre hemos gestionado muy bien los fondos europeos, por lo que nos sentó bastante mal, no solo a nosotros los empresarios, sino también al Gobierno regional, que las entidades financieras gestionasen 900 millones de los fondos europeos. Eso seguimos sin entenderlo, porque no puede ser que las entidades decidan cómo se reparten según su criterio, que es el de si eres buen o mal cliente para ellos.

P. ¿Existen sectores de actividad en Castilla-La Mancha en los que los empresarios tengan dificultades para encontrar trabajadores?

R. Para el transporte no hay conductores, las industrias cárnicas se están robando las unas a las otras mecánicos con desesperación porque no encuentran más, en la construcción no hay personal especializado...

Parte del problema se lo debemos a UGT, que provocó que desaparecieran los aprendices, que mí me parece el mejor sistema de formación que ha tenido este país, sobre todo para aquellos chavales que no quieren estudiar. Por suerte, la FP ha mejorado mucho y es también un gran lugar para fabricar los mejores profesionales.

"Los estudiantes de FP también se tienen que formar en las empresas, pero estamos encontrando resistencias"

La FP Dual me parece el invento del siglo, pero hay que darle un empujón más para que parte de la formación se imparta en las propias empresas, no solo las prácticas. Lo que ocurre, y esto lo estoy haciendo público por primera vez, es que desde los centros educativos dicen que la empresa es un lugar para trabajar, pero no para formarse.

Tenemos que superar esas resistencias para que la FP Dual despegue del todo, como ya están haciendo en Alemania o en el País Vasco. Si yo en mi empresa también tengo capacidad de formar a los estudiantes de FP, es muy raro que lo deje irse a otra. Es una forma de integrarlos en la plantilla. La Consejería de Economía piensa como nosotros, pero los centros están presionando a la Consejería de Educación para que no sea así.

P. La siniestralidad laboral es un problema de primera magnitud en Castilla-La Mancha, con una de las tasas de accidentes graves y mortales más altas de España. En 2023 fallecieron 33 trabajadores en sus puestos de trabajo o de camino a los mismos, y en lo que llevamos de año han muerto 26 más. ¿Qué se puede hacer para reducir estas cifras tan dolorosas?

R. De enero a julio de 2024 el número de accidentes laborales con baja se ha reducido un 3,7 % interanual en Castilla-La Mancha, pero eso no quita que cada muerte sea un drama. Eso es innegable. Uno va a trabajar a ganarse la vida y no a jugársela.

El empresario siempre va a ser el responsable del accidente laboral ante la ley, y eso nunca se ha discutido, pero sí estamos discutiendo hasta la saciedad que el empresario sea el culpable de ese accidente, porque en la empresa existe un delegado de prevención, un titulado de nivel superior que está organizando la prevención, un plan de prevención...

Nosotros no paramos de hacer acciones conjuntas para que en los centros de trabajo haya conciencia y haya prevención, pero siempre hay gente que no ve el peligro o que se confía. La cultura de este país es poco preventiva y es algo que tenemos que cambiar entre todos.