El RACE pide un pacto de Estado para bajar las víctimas en carretera
Ante el aumento del número de muertes en las carreteras españolas, algo que sucede por primera vez en los últimos 13 años, el club de automovilistas españoles considera urgente un pacto de Estado y la toma de las medidas adecuadas para revertir el problema existente con las carreteras secundarias, la edad del parque automovilístico y el deterioro de las infraestructuras, así como planes de formación para conductores. Los datos de 2016, con 1160 fallecidos, 29 más que en 2015, alertan de cierta relajación a la hora de aplicar las medidas necesarias para haber continuado con la progresiva disminución de la pérdida de vidas en las vías españolas. No es la primera vez que lo hacen, ya que también pidieron más atención política a la Seguridad Vial.
Por tanto, se reitera la necesidad urgente de un gran pacto de Estado, como la aplicación de las medidas oportunas para solucionar la accidentalidad en España. Ésta viene marcada por el alarmante envejecimiento del parque automovilístico, cuya media de edad es de más de 12 años, ocasionando mayores daños a los ocupantes en caso de accidente, al tener menos medidas de seguridad pasiva, además de provocar índices de contaminación más elevados, afectando así a otro gran problema actual.
El estado de las carreteras secundarias y el deterioro de las infraestructuras han sido otro problema fundamental en 2016. En las carreteras convencionales se producen más del 75% de los fallecidos, por lo que se demanda un plan que debería enfocarse a la renovación de la señalización vertical y mejora del firme, así como la conservación y mantenimiento de los márgenes de las vías. Además, el Club considera imprescindible más formación en seguridad vial, sobre todo para las empresas y los autónomos, ya que el 30% de los fallecidos en accidentes laborales fueron como consecuencia de un accidente de tráfico, evidenciando la necesidad de un mayor compromiso por parte de las administraciones para despertar la conciencia por este tipo de accidentes.
Desde que se puso en marcha el permiso por puntos, han sido sólo dos las revisiones que se han realizado, en 2009 y 2014, por lo que, a pesar de que es una herramienta necesaria y que ha demostrado su utilidad, centrar los esfuerzos por reducir la siniestralidad en las carreteras sólo en el permiso por puntos será insuficiente e ineficaz. El motivo es que el carnet, como medida restrictiva única, presupone que los accidentes de tráfico sólo se producen por infracciones de los conductores, algo muy alejado de la realidad del día a día.
Con el paso de los años, las causas de los accidentes van cambiando, aparecen nuevas infracciones y otras por el contrario descienden. Es el caso concreto del uso del teléfono móvil mientras se conduce, concretamente el uso de la mensajería instantánea. Por eso es necesario llevar a cabo una revisión de esta infracción y su retirada de puntos, que actualmente sólo retrae 3 puntos a pesar de que, a día de hoy, el uso de estos servicios está entre las principales causas de siniestralidad.
Por último, se reclama un plan de convivencia en carretera para el coche y la bicicleta, donde se tenga en cuenta a ambos usuarios. Por este motivo, se propone estudiar la posible viabilidad de hacer extensivo el carné por puntos a los ciclistas y obligarles a la posesión de un seguro y de una matrícula. Junto a esta medida, se reclama mayor compromiso por la reducción de la siniestralidad de los usuarios vulnerables, con especial atención en el colectivo de motoristas, que el pasado 2016 llegaron a representar más del 40% de los fallecidos durante de los fines de semana.
Finalmente, el RACE considera que la Dirección General de Tráfico ha tenido un papel clave en la reducción de las víctimas en carretera. Por eso, consideran que debería ser este organismo quien instara a las administraciones, asociaciones de conductores, fabricantes, asociaciones de víctimas de tráfico y todos los colectivos implicados, a asumir ese gran Pacto de Estado que tenga como objetivo, a corto plazo, bajar en 2017 de los 1.000 muertos en carretera.