Hyundai Tucson, avance imparable
Cuando Hyundai decidió darle una revisión completa a su SUV medio decidió poner toda la carne en el asador, y aunque el ix35 fue un coche que tuvo una buena acogida comercial, faltaba mejorar muchos aspectos para conseguir enamorar al público europeo. Es por ello que los responsables de la marca dieron carta blanca a sus técnicos para hacer un modelo 100% del gusto de los consumidores del viejo continente, y el centro de diseño de Russelheim no pudo acertar más con el resultado de la tercera generación del todo camino asiático.
El nuevo Tucson, que además recuperaba una denominación mítica para la marca coreana, apareció así ante el público con un lenguaje estético completamente renovado, con líneas agresivas donde la parrilla frontal hexagonal cobra todo el protagonismo de su mirada. Los marcados pasos de rueda, la línea de cintura ascendente, los pliegues laterales y el diseño de cada detalle confieren al SUV de Hyundai una apariencia mucho más sofisticada y con un innegable carácter Premium, lo que le ha granjeado un reconocimiento unánime.
El diseño es la principal razón de compra entre los usuarios, y este atributo le ha valido al SUV compacto de Hyundai para alzarse en 2016 con el galardón de coche del año en España y ser el principal valedor de unas cifras de venta históricas en la marca, que cerraba el ejercicio con unas ventas totales de 50.912 unidades, lo que supone un crecimiento del 15,3% respecto al 2015. Estas cifras comerciales representan el record de ventas desde que Hyundai inició su andadura en España hace 25 años. De ese pastel, el Tucson ha representado casi un 40% con 19.420 unidades colocadas a clientes españoles. Impresionante.
Leopoldo Satrústegui, Director General de Hyundai en España, lo tiene claro: “no hay mejor manera de celebrar el 25 Aniversario de la marca en España que habiendo conseguido este record de ventas. Quisiera agradecer los éxitos conseguidos, en primer lugar, a todos los clientes que han confiado en nuestra marca en todos estos años y, por otro lado, a nuestra Red de Concesionarios, que continúa apostando por nuestra marca y que ha conseguido unos resultados impresionantes dentro de un mercado muy competitivo”.
Competitivo en todas las facetas
Otra de las razones con las que el Hyundai Tucson ha encandilado a sus compradores es con el nivel de equipamiento capaz de ofrecer, pues en sus versiones más altas no faltan una pléyade de sistemas de ayuda a la conducción cada vez más valorados por los clientes y que incluyen por primera vez en sus 12 años de trayectoria comercial la alerta de mantenimiento de carril, la alerta de tráfico trasero con cámara de aparcamiento, la iluminación dinámica en curva o el control de descenso de pendientes entre otros.
A nivel mecánico el Hyundai Tucson es un SUV que no desmerece en ningún aspecto, y sus configuraciones son de lo más variadas para adaptarse a las necesidades de cada cliente, disponiendo de accesibles versiones de entrada a la gama con mecánicas discretas pero solventes hasta completas versiones con cerca de 200CV y tracción integral para los más exigentes. La combinación más inteligente la conforma sin embargo desde nuestro punto de vista una versión con la que hemos tenido oportunidad de rodar a fondo, y no es otra que la variante con la mecánica 1.7 CRDI de 141CV asociada al cambio de doble embrague DCT que la firma coreana ha desarrollado para sus modelos más emblemáticos.
Esta mezcla otorga al SUV medio de Hyundai de una comodidad, eficiencia, y suavidad de marcha sobresalientes, consiguiendo sacar lo mejor de un modelo que es amplio y versátil y que se convierte así en un coche ideal para toda la familia y para cualquier circunstancia. Los 340Nm de par de este bloque diésel hacen que la fuerza esté siempre disponible, y las 7 velocidades del cambio le otorgan un alma rutera que hace que los kilómetros pasen con mucho agrado. El cambio prima la dinámica frente a la eficiencia, pero aún así el Tucson 1.7 CRDI DCT se queda en cifras de poco más de 6 litros de consumo a pesar de hacer un uso muy racional del acelerador, algo en lo que sus 1.470Kg de peso tienen mucho que ver.
El equilibrio generalizado es la nota dominante en la dinámica del Tucson, e igual que devora kilómetros de autopista no se inmuta ante el tráfico urbano ni se achanta ante carreteras más reviradas en las que la mayor limitación son unas suspensiones con tarado algo blando para atacar curvas. La unidad de pruebas que Hyundai nos dejo equipaba eso sí el nivel de acabado Style, el más alto de los cuatro disponibles: Essence, Klass, Tecno y Style. Esto hace que el precio de tarifa se vaya a los 38.395 euros. Una cifra que con los descuentos disponibles se reduce en más de 5.000 euros a la hora de la factura final y que se sitúa en la franja alta del segmento generalista, pero el producto conseguido justifican sobradamente ese esfuerzo. Enhorabuena Hyundai.