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Motor

El estrés al volante incrementa un 28% el riesgo de accidente

30 junio, 2017 13:13

Durante la conducción, las preocupaciones personales y el estrés nos provocan distracciones que ponen en riesgo la seguridad en la circulación, aumentando la probabilidad de sufrir un accidente de tráfico, entre otros efectos nocivos. Para estudiar el problema, y mejorar su prevención, las empresas BP, Castrol y el RACE se unen para analizar el nivel de distracción que generan estas circunstancias, y sus efectos en la conducción.

Para ello, se han empleado herramientas de neurotecnología, monitorizando los comportamientos de los usuarios para poder medir de modo riguroso sus respuestas cognitivas, emocionales y de atención. Junto al trabajo de campo, el estudio incluye una encuesta a más de 1.000 conductores para conocer sus hábitos al volante. No hay que olvidar que la distracción es la primera causa de accidentalidad mortal en las carreteras españolas.

En el estudio se mide comparativamente la conducción de una misma persona en diferentes estados emocionales. Se ha monitorizado a 15 personas durante la conducción, aplicando la tecnología más avanzada midiendo dónde miran las pupilas, el ritmo cardíaco, las expresiones faciales y la actividad cerebral. Los principales resultados obtenidos en dichas pruebas demuestran claramente que un conductor en estado de estrés experimenta un aumento general del nivel de ansiedad, nerviosismo y precipitación en la toma de decisiones, frente al que tendría conduciendo en un estado emocional normal. 

Las pruebas también revelan que la circulación con estrés provoca una reducción de la concentración del 12%, lo que se traduce en un aumento del tiempo para la toma de decisiones, vital en una situación de riesgo a la hora de frenar ante un imprevisto o evitar un posible accidente. Otro de los efectos de conducir con estrés es la reducción en un 66% de la capacidad de recordar el trayecto realizado, tanto en la memoria a corto como a largo plazo. De hecho, un conductor en estado de estrés recuerda un 20% menos de señales de tráfico respecto a una conducción normal. 

El estudio también señala cómo cambia la percepción del nivel de riesgo en los sujetos estresados, la aversión al riesgo es menor, aumentando un 28% el riesgo de sufrir un accidente. Así, los datos obtenidos demuestran que se circula de forma más agresiva, como indican los instrumentos de medición que muestran un incremento de un 17% en el número de maniobras bruscas realizadas y aceleraciones. Los sujetos con estrés experimentaron un aumento del 12% en su nivel de frustración respecto a un estado normal, debido a que querían terminar en un menor tiempo el recorrido a realizar. 

El estrés también afecta directamente a nuestro cuerpo, con un aumento de la tensión muscular superior al 50% mientras conducimos, motivo por el cual se ha detectado un incremento en los niveles de fatiga del conductor de más de un 80%, incluso tratándose de un trayecto corto. 

Respecto al campo de visión, fundamental para una conducción segura, los resultados muestran cómo un conductor estresado sufre el conocido como "efecto túnel", que aumenta a medida que se incrementa la velocidad. En la conducción con estrés las pruebas demuestran que existe una menor visión periférica, basada en una visión por impactos y atención sólo a la zona central, prestando poca atención a los elementos exteriores: señales, tráfico, cruces, personas, y una casi inexistente atención a los espejos retrovisores del vehículo. 

Circular estresado provoca agresividad en la conducción 

En general, dos de cada cinco conductores españoles afirman que no se olvidan de sus preocupaciones mientras se encuentran al volante; y si esta conducción se produce por un trayecto habitual, esta cifra se eleva a cuatro de cada cinco. La encuesta evidencia que circulamos inmersos en nuestros pensamientos: tres de cada cuatro conductores afirman que en alguna ocasión han llegado a tomar una ruta de manera automática, o se han encontrado llegando a un lugar que no era su destino; es decir, han conducido en lo que se conoce como "piloto automático", lo que supone un riesgo muy importante en los trayectos más habituales.

La mayoría de los encuestados coinciden también en la importancia de no ponerse al volante en un estado emocional alterado, ya que el 71% piensa que efectivamente puede influir en una conducción segura. Aun así, un 54% de los conductores españoles no suele evitar coger su vehículo aunque esté emocionalmente alterado (estrés, enfado, alegría, euforia). 

Los conductores reconocen que los elementos que más pueden distraerles son los internos (pensamientos, preocupaciones, etc.) con el 47%, seguido de los factores externos (móvil, radio, etc.) con el 25%. En cuanto a los motivos que alejan nuestra mente de la tarea de conducir, el 57% de los conductores españoles asegura que cuando conduce suele pensar en el trabajo, un 54% en su familia, un 35% en el dinero o los problemas económicos, un 33% en su pareja y un 27% en la salud,. Además, el 51% de los conductores españoles asegura que su conducción es más agresiva cuando se encuentran estresados, y un 52% nos dice que es la propia conducción lo que les puede llegar a estresar.

Campaña #alvolanteZENtrate 

La campaña Al volante ZENtrate, impulsada por BP, Castrol y RACE, pretende mejorar el ánimo de los conductores, ofreciendo consejos útiles para ponerse en la carretera en un estado emocional óptimo mediante técnicas de relajación. Para ello, se ha creado una web, donde el usuario puede encontrar videos formativos, información sobre las principales distracciones, técnicas de relajación, entrevistas, juegos, concursos en Facebook y campañas especiales que se lanzarán a través de las redes sociales de la campaña STOP DISTRACCIONES.