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Motor

Ifema mira al pasado con Retromóvil

1 diciembre, 2018 19:13

A lo largo de este fin de semana Retromóvil vuelve a Madrid para ofrecer a los entusiastas de los coches clásicos una nueva oportunidad donde reunirse y compartir su afición. Y en esta ocasión, los aficionados están de enhorabuena, ya que el cambio de pabellón realizado en Ifema Madrid, ha proporcionado más metros cuadrados para expositores, más metros para la venta entre particulares y, en definitiva, más metros para el sector. Además, también se han adelantado las fechas un par de semanas para facilitar la agenda de los asistentes antes el inminente comiendo de las tradicionales fiestas de Navidad.

Como es costumbre en todas las ediciones de Retromóvil, y ya vamos 16, se espera una gran afluencia de espectadores, e intentarán batir la cifra de 30.000 que sería todo un éxito. Un gran número de expositores tradicionales han apoyado con su presencia el evento, y sobre todo hemos notado una buena cantidad de nuevos expositores, muchos de ellos internacionales, que son un gran indicador del gran interés que ha creado el evento.

En esta décimo sexta edición, se celebran numerosos eventos importantes, tributos tan importantes como los 50 años del Seat 1430, o el próximo 60 aniversario del carismático Mini; el 70 aniversario del entrañable Citroën 2CV, el 60 aniversario del Renault Dauphine o los increíbles 115 años de la americana Harley-Davidson. Todas ellos contarán con una nutrida representación de diversos modelos, y unidades únicas como los Seat de su departamento histórico o los Mini de Antonio Albacete.

Además, esta edición promete convertirse en una fiesta de unidades únicas, ya que cuenta con la presencia de numerosas unidades muy especiales, tanto por sus astronómicos precios, como por su rareza, de la industria española. La exposición de estas unidades, ofrece a los visitantes la oportunidad de ver ejemplos de coches nada comunes y raros de ver en nuestras fronteras, y deleitar a los más exigentes aficionados.

Al visitante cuando llega al pabellón número 3 de Ifema, se le abre una oportunidad única de disfrutar una jornada irrepetible, ya que es difícil andar 20 pasos sin encontrar a muchos amigos y conocidos con los que compartir unos minutos de charla, ir de expositor en expositor sin sentir la terrible tentación de cacharrear entre las infinitas cajas viejas llenas de recambios originales, o no perder la cabeza paseando entre todos los coches y motos (y algún tractor Porsche) sin pensar lo que a uno le queda en el cerdito por si puede romperlo.

Desde coches exclusivos como los lujosos Rolls Royce, los deportivos Aston Martin, o los sencillos y populares 600, las oportunidades de comprar un coche son infinitas dado el amplio abanico de posibilidades que hemos podido ver. Pero no sólo se pueden comprar coches, la feria se nutre principalmente de un grupo cada vez más amplio de profesionales del mundo de los recambios donde encontrar todas las piezas necesarias para mantener los coches, y muchos profesionales de la restauración. Son éstos los que también aportan el arte y la tradición en nuestra afición, ya que mantienen vivas las técnicas que se aplicaban a nuestros coches: pintores, cromadores, tapiceros, mecánicos, etc.

Y entre los aficionados el tema de conversación más recurrente:  la preocupación que hay en el sector por la aparente falta de interés de las autoridades de las principales ciudades, con Carmena y su Madrid Central a la cabeza, que por ahora no quieren contemplar las exenciones necesarias para los vehículos clásicos e históricos en el centro de las ciudades. Su número es tan pequeño en relación con el resto, que no son en absoluto una fuente de contaminación, mientras que la no aplicación de exenciones sí que puede tener importantes consecuencias negativas para el sector del coche clásico que es tan importante, y trabaja para el mantenimiento y conservación de parte de nuestra historia automovilística.