Este SUV supone la entra de Mazda en un segmento nuevo, y entre sus virtudes quiere seguior reforzando el gran comportamiento dinámico que caracteriza a los coches de la marca nipona. Para ello incorpora lo último en tecnologías de seguridad y de ayudas a la conducción y ha sido configurado con unos ajustes que buscan el placer de conducción. En sus 4,4m de largo concentra los atributos del diseño inspirado en la estética Kodo que caracterizan a Mazda, con un diseño interior adaptado al ser humano.
Mecánicamente se confía en los motores Skyactiv, que cumplen con la normativa Euro 6d-Temp y son únicos en su clase por eficiencia tanto en versiones diésel como gasolina, con especial protagonismo del motor de gasolina Skyactiv-X que se ha estrenado en el nuevo Mazda 3 y que incorpora la tecnología de encendido por compresión controlado por chispa (SPCCI) de Mazda, que combina una gran elasticidad con la respuesta de un diésel.
El chasis está equipado con la Skyactiv-Vehicle Architecture y dispone también de tecnologías inteligentes, entre las que se encuentra un sistema de tracción integral i-Activ AWD que se coordina con G-Vectoring Control Plus(GVC Plus) para controlar la distribución de par entre las ruedas delanteras y traseras. Entre los nuevos elementos de seguridad, destaca un sistema detector de fatiga con cámara que observa el estado del conductor. Otras tecnologías evolucionadas también ayudan a evitar los accidentes mediante un control avanzado de los frenos.
En cuanto a su interior, sigue la senda abierta por el compacto de la casa y ofrece una percepción de calidad exquisita que sitúa a Mazda al nivel de las marcas Premium. Destaca la gran pantalla de 8,8 pulgadas desde la que el conductor podrá manejar el infoentretenimiento. Además, incluye el sistema MZD Connect, compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Todo ello se desarrolla en un espacio amplio para sus 4 ocupantes, que dispondrán de un maletero de 430 litros de capacidad.