La llegada del scooter medio a la gama de BMW Motorrad ha sido una jugada muy inteligente, pues entra de lleno en una batalla que sin duda debe ser la que decida el futuro del transporte en dos ruedas de las grandes ciudades, ya que, si bien para estas motos se hace necesario disponer del carnet A2, su versatilidad frente a las 125 que se pueden conducir con el carnet de coche es mucho mayor. Estos scooter de cilindrada media combinan el agrado de uso urbano con un desempeño sin complejos en cualquier carretera.

La BMW C400 GT es la versión “ejecutiva” de la C400 X, una moto más refinada, más elegante, con mayor protección aerodinámica para afrontar mejor la carretera abierta, aunque es verdad que llega con una capacidad de carga bajo el asiento que se queda algo escasa. Frente a su hermana mayor, la C 650 GT, en el mercado desde 2012, ofrece un uso urbano mucho más sencillo y placentero y un considerable ahorro de precio.

 

Con un diseño mucho menos rompedor que el de su hermana la C400 X, el carenado de la versión GT protege más de lo que aparentan sus afiladas líneas, y el faro delantero con luces de día LED le otorga una presencia con mucha fuerza. Es un scooter con el que no pasar desapercibido en ningún momento. Conserva la altura al suelo de 77,5cm, lo que nos deja en una posición de conducción rebajada con mucho control, mientras que el chasis tubular y las suspensiones convencionales junto con unos frenos potentes y dosificables transmiten mucha seguridad. El C 400 GT viene equipado de serie con ABS y con control de tracción ASC

El motor transmite pocas vibraciones y funciona con bastante inmediatez al acelerador. Se nota más cómodo en la parte baja y media de las revoluciones que estirando arriba, aunque mantiene las velocidades legales de cualquier carretera sin problema. El bloque, bueno en realidad toda la moto, lo fabrica la marca china Loncin, y a pesar del nombre de la moto, es un monocilíndrico que cubica 350cc y ofrece 34CV de potencia, suficiente para que los adelantamientos o circular con pasajero no supongan problema.

 

La ergonomía está muy bien estudiada, con la plataforma para pies y piernas muy espaciosa, y aunque la pantalla protege bien, no es regulable ni siquiera de manera manual y esto hace que sea menos versátil de lo que podría. Las dos guanteras delanteras son generosas, tienen toma de corriente y se desbloquean con el contacto, que además puede tener llave inteligente. El hueco bajo el asiento recurre a la solución FlexCase de BMW, lo que implica que un casco integral sólo cabe con la moto parada.

El cuadro de mandos pone el listón alto en el segmento. 100% digital, adopta el sistema Connected Ride de Motorrad, que asociado a un casco con intercomunicador de BMW permite plena conectividad. Desde el mando giratorio de la piña izquierda se accede a las funcionalidades del móvil conectado vía bluetooth. El precio del BMW C 400 GT es de 7.950 euros, tarifa competitiva teniendo en cuenta el equipamiento que incorpora de serie y la posibilidad de financiación de BMW Select. El Suzuki Burgman 400, por mencionar un rival, arranca en 7.799 euros.