Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, esta subida semestral en el precio de los carburantes para vehículos privados se ha producido pese al descenso del 3,7% experimentado en junio respecto a mayo y del 1,2% respecto al mismo mes de 2018. El INE ha atribuido el descenso en un 0,4% de la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo de junio a la bajada de los precios de las gasolinas, los combustibles líquidos y la electricidad.
Esta tendencia podría cambiar de signo en julio, mes que se ha iniciado con un repunte de casi el 1% en el precio de los combustibles en las dos primeras semanas, según los datos del Boletín Petrolero de la UE. La subida de los carburantes en la primera quincena de julio coincide con el inicio de las vacaciones de verano, periodo caracterizado por un gran número de circulaciones de vehículos por carretera. La Dirección General de Tráfico prevé 89,3 millones de desplazamientos durante julio y agosto, un 2% más que el año pasado.
Además, La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, ha afirmado que el Gobierno mantiene su intención de subir el precio del diésel para equipararlo progresivamente al de la gasolina, en línea con las peticiones de la OCDE de subir los impuestos de los combustibles por el impacto medioambiental, lo que augura nuevas subidas de precios si finalmente el PSOE puede formar gobierno.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha avisado de que el exceso de oferta de petróleo en el mercado, principalmente por la creciente producción estadounidense y el titubeante crecimiento de la demanda, podría reducir las necesidades de consumo de crudo procedente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) al entorno de los 28 millones de barriles diarios, la cifra más baja desde el tercer trimestre de 2003.