Carlos Tavares, ha destacado los avances que han realizado las factorías del Grupo PSA en España y ha aprovechado su visita hoy con el Rey Felipe VI para para felicitar a las factorías del grupo por su trabajo y a la compañía en general por sus ventas en el mercado nacional, con 248.830 unidades (turismos y vehículos comerciales) matriculadas en lo que va de año, lo que hace una cuota total del 22%.
A pesar de ello, el máximo directivo ha puntualizado que las que mantiene el consorcio en Kenitra (Marruecos) y Mangualde (Portugal) siguen siendo más eficientes. No debemos entrar en ese debate. “No es una competición y lo mejor que se puede hacer es copiar las mejores prácticas de cada una de las plantas", explicó el directivo en el marco del inicio de la producción de la nueva generación del Opel Corsa en la factoría de Figueruelas (Zaragoza).
Menos dogmatismo
Por otro lado, el directivo pidió a los miembros de la Unión Europea (UE), especialmente a España, Italia y Francia, que no tomen actitudes dogmáticas sobre el automóvil y que se debe hacer entender a la sociedad que la movilidad eléctrica es "más cara" que la convencional.
En el encuentro con la prensa española en la planta de PSA en Figueruelas, recriminó que España, Italia y Francia tomaron una posición "muy dogmática" cuando se realizó el debate en el Parlamento Europeo sobre el límite de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para turismos para 2030.
Además, enfatizó que si los gobiernos europeos se ponen del lado dogmático ocurrirán algunas cosas nefastas y que no se pueden hacer peligrar los 13,8 millones de empleos que genera la industria de automoción en el Viejo Continente. "Los riesgos provienen del dogmatismo y no de dentro de las compañías", apuntó Tavares.
Movilidad BIO
Tavares expresó también la necesidad de que se haga entender a la sociedad que la movilidad eléctrica es más cara que la convencional y que solo se puede comercializar con subvenciones a los vehículos y subiendo los impuestos. "La movilidad eléctrica es igual que la comida bio. Es más cara. Y eso no se lo están diciendo a la gente", apuntó.
"Con los impuestos de la gasolina y el diésel se ingresaron 440.000 millones de euros en 2018. ¿Cómo vamos a ingresar este dinero con la electromovilidad?", se cuestionó. En este sentido, resaltó que la velocidad con la que se quiera implementar la movilidad eléctrica será un "factor clave", por lo que pidió cierta calma a las autoridades para que los consumidores no asuman toda la carga, como la subida de precio de los vehículos.
"Nosotros (los fabricantes) estamos preparados. Tenemos la tecnología y tenemos el dinero, pero no basta con poner coches eléctricos en los concesionarios. Hacen falta inversiones significantes en infraestructura de carga", añadió.
Según el directivo, que también es presidente de Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), los fabricantes de vehículos están concienciados con la protección del medio ambiente y son los primeros interesados en promover una movilidad de cero emisiones.
"¿Dónde está la infraestructura de carga? ¿De dónde van a provenir las baterías? ¿Cuáles serán los ingresos fiscales? Debemos manejarla (la movilidad eléctrica) a nivel europeo y no a nivel de cada país", subrayó. El presidente de la multinacional francesa expresó, a su vez, que la próxima década (2020/2030) será clave para la industria del automóvil europea y que la huella de carbono debe ser reducida "drásticamente".