El e-tron Sportback llega como una alternativa más deportiva que la carrocería SUV a la vez que completa la gama del primer eléctrico de Audi, un modelo que apela al lado pasional de la conducción, por mucho que sea eléctrica, y que además amplía el planteamiento técnico. La gama estará compuesta ahora por dos variantes de motor que y cuatro niveles de acabado (Base, Advanced, S line y Black line) que van a permitir ofrecer una oferta comercial más equilibrada que partirá de 75.295 euros.
La oferta mecánica estará compuesta por dos motorizaciones: 50 quattro y 55 quattro. La primera de ellas ofrecerá unas prestaciones y una autonomía inferior debido a su batería de menor capacidad. La versión más exclusiva, con la batería de 95Kwh, homologará casi 450 kilómetros según el ciclo WLTP y alcanzará los 408CV y 664Nm de par máximo gracias a la función boost. El modelo de acceso tendrá una batería de 70Kwh y se conformará con 350Km de autonomía, pero ahorra 120 kilos de peso.
Con un cargador rápido, la batería recupera el 80% de su capacidad en media hora, y como hemos comprobado en nuestra prueba a fondo del Audi e-tron, esto es más que suficiente y plenamente operativo a medida que la red de cargadores siga desarrollándose por la red de carreteras. Sus casi 5m de largo y más de 2,5 toneladas de peso hacen que la conducción requiera de un proceso de adaptación para sacar todo el provecho dinámico a un coche que gracias a su tracción total Quattro y al buen reparto de masas permite mucha diversión al volante.
Un sistema más eficiente
Para conocer más de ello no te pierdas la prueba a fondo que hemos preparado en video en el canal de Motor Lobby, aunque debes saber que coincidiendo con la presentación del e-tron Sportback, Audi ha introducido una actualización técnica en su primer modelo de producción en serie 100% eléctrico, que combina un hardware optimizado del sistema de propulsión con ajustes de software que mejoran la eficiencia y le dotan de 25Km extra de autonomía según el ciclo WLTP.
“Cada detalle cuenta”. Este es el principio que aplicaron los ingenieros responsables del Audi e-tron para ampliar su autonomía. Lleva nuevos frenos, una transmisión más eficiente que desacopla por completo el motor delantero, y han aumentado el margen de utilización de la batería más grande, que ahora ofrece una capacidad neta utilizable de 86,5 kWh. También han realizado mejoras en la refrigeración de los componentes de alto voltaje y en la recuperación de la energía en las frenadas, que puede llegar al 70% de la energía operativa. Con todo, la conducción eléctrica sigue dando pasos para ser cada vez más una realidad viable.