El cierre de todos los negocios no esenciales ha dejado a uno de los sectores más importantes de nuestra economía y garante de la libertad de movimiento personal de los ciudadanos en una situación muy delicada. Los concesionarios y otras empresas del sector intentan seguir en activo vendiendo online y atendiendo a los clientes vía email, chat y teléfono, como demuestra el movimiento de FCA España, que en 2019 fue el primer fabricante en implantar un modelo de contratación 100% online en modalidad de renting y que ahora trabaja para extenderlo a nuevas modalidades.
Aunque la atención presencial es nula por ley, se siguen prestando servicio a aquellas personas que estaban o están en pleno proceso de compra de coche. De hecho, algunos concesionarios ofrecen la posibilidad de enviar el coche a domicilio. Todo sea por intentar paliar la caída de ventas causada por la crisis del coronavirus. Si por algo se caracteriza este sector del que depende el 10% del empleo en nuestro país es por su resiliencia.
El cierre de las estaciones de ITV (Inspección Técnica de Vehículos) por el estado de alarma ha obligado a la Dirección General de Tráfico (DGT) a ser más permisivos y no sancionar a aquellos vehículos que circulen sin la preceptiva inspección. No obstante, aquellos que tenían cita y les fue anulada deben conservar el justificante. Asimismo, los conductores con el permiso de conducir caducado que no puedan renovarlo por cierre de la Jefatura de Tráfico o del centro médico, también pueden seguir conduciendo sin ser sancionados.
Mientras, la industria prepara un plan de choque con medidas extraordinarias que refuercen las aprobadas por el Gobierno. El objetivo es minimizar el impacto negativo de esta crisis global y garantizar la viabilidad del sector. Pero son las propias marcas en primera persona las que están dando ejemplo con sus iniciativas y proactividad, la primera de ellas cediendo sus flotas para uso del personal sanitario, una acción que partió de las oficinas de Hyundai España y que ha sido ampliamente seguida en el sector con KIA España, Ford España o Toyota España sumándose sin pensarlo.
Destacado en nuestro país a nivel industrial ha sido el caso de SEAT, cuyas instalaciones de Martorell han pasado de fabricar coches a respiradores, uno de los equipos más demandados por los hospitales. Gracias al trabajo de sus empleados, con engranajes impresos, ejes de cajas de cambios y el motor adaptado de un limpiaparabrisas, fabrican respiradores con la máxima calidad. El proyecto, llamado OxyGEN, se ha diseñado en colaboración con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, y han colaborado otras empresas y entidades como Protofy, Bosch o Ficosa.
La fábrica de Ford de Almussafes en Valencia también se ha sumado y ya fabrica en serie máscaras de protección facial para personal sanitario en colaboración con la Generalitat Valenciana y Servofluid, y la planta de Landaben de Volkswagen Navarra está empleando su impresora 3D, dedicada normalmente a la creación de útiles de trabajo del proceso de producción del Volkswagen Polo y del Volkswagen T-Cross, para fabricar pantallas protectoras frente al coronavirus.