Los primeros movimientos del nuevo director ejecutivo de Renault, que llega a la compañía después de haber reorganizado Seat, no se han hecho esperar. Las nuevas unidades de negocio del gigante galo de la automoción son Renault, Dacia, Alpine y Nueva Movilidad y la intención es desarrollar la organización de la compañía a través de sus marcas, agrupándolas en dichas divisiones, que contarán con una organización autónoma.
"El proyecto busca crear una organización más simple y más orientada a resultados, mientras reforzamos la cohesión, motivación y sentido de pertenencia de nuestros equipos así agrupados por marcas", asegura la empresa francesa.
Esta nueva orientación organizativa supone que cada unidad de negocio estará liderada por un directivo. Así, el consejero delegado del grupo, Luca de Meo, estará al frente de Renault, mientras que el vicepresidente de Regiones, Ventas y Marketing del consorcio, Denis Le Vot, capitaneará Dacia.
Por su parte, Cyril Abiteboul, director general de Renault Sport Racing, se encargará de dirigir la unidad de Alpine, al tiempo que Clotilde Delbos, consejera delegada adjunta y directora financiera del grupo, asumirá la dirección de la unidad de Nueva Movilidad.
Ante estas novedades, Luca de Meo ha afirmado que la compañía necesita cambiar su "forma de juego" y avanzar de una búsqueda de volumen a una de valor y rentabilidad. Su convencimiento es que la organización alrededor de cuatro marcas fuertes y de grandes funciones transversales podría hacer posible trabajar de una forma más simple, más orientada a los mercados y a los clientes.